Habitualmente, cuando un destino se nos ha complicado visitarlo, hemos insistido repetidas veces haciendo válida la expresión de ¡¡¡ a la tercera va la vencida !!!. Con Nepal no ha sido suficiente, hemos necesitado cuatro intentos repartidos en varios años, siendo el primero en el que más cerca estuvimos de conseguirlo, cuando a falta de unos días para el viaje, el gobierno chino impuso restricciones a los extranjeros para entrar en el "Tíbet", desde donde nosotros queríamos llegar a Nepal a través de la llamada "Carretera de la Amistad". La restricción se basaba en la necesidad de formar grupos de 7 personas de una misma nacionalidad para entrar de forma controlada en el Tíbet, cuando además habíamos contratado la organización del viaje con una agencia china, quienes nos devolvieron rápidamente y sin ningún problema el importe que habíamos adelantado para garantizar la reserva.

El segundo intento fue en el año 2015 y el terremoto sufrido por el país se encargó de desbaratarnos el viaje, también cuando ya lo teníamos programado. Esperamos un par de años para que Nepal se recuperara del desastre sufrido y volvimos a realizar un tercer intento con la misma agencia china, pero como al final no se nos garantizaba el paso a los extranjeros a Nepal por la frontera terrestre desde el Tíbet, desistimos de nuevo el viaje, dejando el tema para otra ocasión..

Cuarto intento este año, y por fin hoy llegábamos a Katmandú, eso sí, modificando la ruta de entrada y olvidándonos de combinarla con la visita al Tíbet, que la realizaremos el año que viene de otra forma.

Hemos volado de Bilbao con escala en Estambul y aterrizábamos en Katmandú sin retrasos y atravesando los controles de inmigración sin problemas, salvo los derivados de su farragoso sistema de obtención de la visa, que nos ha llevado más tiempo de lo esperado.

En la puerta del aeropuerto nos esperaba el joven "Roka" de la agencia "Fiendship Nepal Tours & Travels" que nos ha llevado al hotel "Manang", que está situado muy cerca de la céntrica zona comercial de la ciudad, con unas adecuadas instalaciones.

Después de dormir un par de horas para recuperarnos de la noche en el avión, salíamos a la zona llamada "Thamel", para ir conociendo un poco y por nuestra cuenta esta ciudad, que nos ha sorprendido por la cantidad de turismo existente y no precisamente de jóvenes añpinistas, que era lo que esperábamos encontrar.

Mucha gente mayor venía en el avión preparados para adentrarse en lo más profundo del Himalaya nada más salir del aeropuerto, vistiendo uniforme de alta montaña incluyendo enormes botas de trekking con las que paseaban por las moquetas de novísimo aeropuerto de Estambul, resultando ridículos. Esta procesión de ¡¡¡ alpinistas !!! ha continuado en las calles de Katmandú, donde paseaban totalmente abrigados a pesar de los 25 grados de temperatura que han hecho hoy. En definitiva, que el ¡¡¡ postureo aventurero !!! no tiene fronteras.

Esto nos recordaba los recientes atascos en la subida al Everest con pérdidas humanas, y no nos ha extrañado que se dieran estos sucesos, al ver el colectivo humano que se mueve y la poca experiencia que demostraban tener, pensando tal vez que la indumentaria por si misma te hace montañero.

Por la tarde, hemos entrado en el parque "Garden of Dreams", que al ser sábado estaba muy concurrido y que es un respiro al ajetreado tráfico y ruido de motores y bocinas que inundan las estrechas calles de Katmandu. Un tranquilo y cuidado lugar en el que pasar un rato entre plantas y volver a la vorágine de las bicitaxis que te apabullan por las callejuelas.

Mañana comenzaremos el itinerario de visitas por la ciudad y por el valle de Katmandú a los lugares de interés, acompañados de un guía y un conductor, que por el precio que cobran vemos que es la mejor opción, pudiendo ir a los sitios que nos apetezcan al ritmo que marquemos.

A las 9 de la mañana, el recibidor del hotel se ha llenado de guías buscando cada uno a sus clientes, para llevarlos a un tour por la ciudad y sus monasterios. Nuestro guía ha aparecido al cabo de un rato con el chófer "Chandra" que nos acompañará durante los 12 días por el país, mientras que los guías irán cambiando en cada lugar, supongo que para potenciar a los guías locales y repartir los beneficios que deja el turismo.

La primera visita ha sido a los templos de "Swayambhu", también llamados "Templos de los Monos" por la cantidad que hay, y que se hace notar por el mal olor que reina en todo el complejo de estupas en las que se observa una característica concreta que la diferencia de las estupas de "Sri Lanka", y es que a las de aquí les dibujan ojos en todas las direcciones.

Unos templos situados en una colina cercana a la ciudad, desde la que se tiene una panorámica de Katmandú e incluso según nos han dicho del Himalaya en días muy limpios, cosa difícil porque habitualmente reina una nieblina a la que se incorpora también la polución de un valle en el que habitan cerca de 5 millones de personas. Hoy desde luego, justo se llegaba a ver la ciudad.

Después nos hemos dirigido a "Hanuman Dhoka Durbar Square", un lugar patrimonio de la "Unesco" en el que se apreciaban los efectos del terremoto de 2015, con numerosas zonas derruidas. Una de las características de estos templos son las intrincadas tallas de madera que cubren balconadas, puertas y columnas, con motivos repetitivos de pequeñísimas dimensiones, por lo que su restauración llevará muchos años, ya que se están haciendo manualmente a base de cincel por varios artesanos locales.

Una arquitectura de piedra y madera que ha sido la más dañada por el terremoto, de difícil recuperación y que por otra parte, debe ser la más importante porque claramente muestra las habilidades de los artistas y artesanos Newar a lo largo de varios siglos.

La última visita del día le ha correspondido a "Patan Durbar Square", que nos ha parecido el mejor enclave, Se preaenta bajo el lema "Una ciudad de cultura, religión, arte e historia", y además única en la que se ha tenido una mezcla de Budismo e Hinduismo coexistiendo durante años.

Destaca el "Golden Temple" y la "Kumari House", donde una niña a quien se le considera como una diosa viviente en Nepal, se asoma a una ventana para saludar a los visitantes. Una Kumari es la reencarnación de la diosa Taleju hasta que la niña comienza a menstruar, después de lo cual, los nepalíes creen que esta diosa se desencarna de su cuerpo y es sustituida. Por tanto su vida como diosa sagrada es realmente corta.

Mañana nos trasladaremos a "Nagarkot" a 32 km, de Katmandú, donde visitaremos más estupas, pagodas y complejos de templos. Si el tiempo nos acompaña su ubicación nos permitirá tener las primeras imágenes de la cordillera del Himalaya.

Un bonito día en el que hemos visitado algunas cosas interesantes y un bonito broche al final del día, en el que al atardecer se ha ido despejando un poco el horizonte viendo por primera vez la cordillera del Himalaya, cuando menos lo esperábamos.

A las 9 de la mañana salíamos con el guía de ayer y un coche y conductor diferente, porque el coche de ayer dio algunos problemas y hoy lo estaban reparando. Nos han confirmado que mañana volveremos a movernos con el primer coche y el simpático conductor "Chandra".

Bajo un enorme tráfico con paradas continuas salíamos en dirección al Valle de Katmandú, para visitar el primer destino llamado "Boudhanath", una de las mayores estupas esféricas de Nepal, situada en una bonita plaza, por la que hemos paseado de forma muy agradable durante un buen rato.

Adentrándonos por el valle hemos continuado hasta el templo hindú llamado "Pashupatinath" y que es uno de los centros religiosos más importantes del hinduismo de Shiva en el mundo, junto a "Benares / Varanasi". No hemos podido entrar en el interior del templo porque está reservado exclusivamente para hinduistas, por lo que hemos recorrido el resto de instalaciones incluyendo el ghat y crematorio.

La verdad es que después de conocer "Varanasi", este de aquí se quedaba muy corto en todos los aspectos.

Continuando por el valle, el siguiente punto a visitar ha sido el precioso pueblo antiguo de "Bhaktapur" que hasta el siglo XVI dominó política y económicamente todo el Nepal. Es famoso por su arte característico, sus impresionantes templos, una cultura milenaria, coloridos festivales, bailes tradicionales y el estilo de vida indígena de la comunidad Newari.

Después de comer y una vez terminadas estas visitas, nos hemos dirigido a "Nagarkot" situado en la montaña a unos 2000 metros de altitud. Un pésimo viaje por unos caminos de cabras que nos ha llevado hora y media realizar los escasos 20 km. que teníamos por delante. El objetivo era acercarnos a la cordillera del Himalaya para tener una primera visión de este espectacular macizo, si bien por las nubes y bruma que había cuando hemos llegado a "Nagarkot", hemos pensado que tal vez necesitaríamos de esa suerte que a veces solemos tener en nuestras visitas a paisajes espectaculares, aunque no siempre es así. Esta vez si la hemos tenido, y después de ir al hotel "Himalayan", conforme se iba acercando la puesta de sol se ha ido limpiando un poco el cielo, pudiendo disfrutar del espectáculo y aunque dicen que se llega a ver el "Everest" en la lejanía, hoy no ha sido posible distinguirlo entre otros picos.

Mañana nos levantaremos muy temprano para disfrutar del amanecer en el Himalaya, considerado el plato fuerte de los paisajes de esta zona, para lo que esperamos que la buena suerte continúe y el cielo esté limpio.

Continuamos con la buena suerte y ha amanecido un día muy limpio, con el que hemos disfrutado al máximo desde la azotea del hotel, de como el sol salía por detrás del Himalaya mostrando una imagen muy distinta a la de ayer al atardecer.

No obstante, y al margen de lo que se anuncia aquí del amanecer como la estrella de la visita, nosotros nos quedamos con el atardecer, cuando el sol desde nuestra espalda iluminaba el fondo montañoso y se apreciaba perfectamente las laderas nevadas de un color de fuego.

El amanecer al tener el sol por detrás de las montañas delimita perfectamente sus contornos y nos ha permitido ver casi escondido el "Everest", que lo remarco con un círculo blanco en la imagen ampliada y que se sitúa justo debajo de una nube.

Contentos de ir cumpliendo los objetivos que nos habíamos marcado, salíamos después de desayunar hacia "Chitwan", con "Chandra" que ya había llegado con el coche en condiciones. Después de 5 horas de carretera de tráfico intenso, parábamos en un pequeño campamento para hacer rafting por el río "Trishuli" y aunque no teníamos muchas ganas de bajar por un tranquilo y aburrido río durante un par de horas, como hacía calor nos hemos animado a montarnos en la balsa y aprovechar para bañarnos en un río que baja del Himalaya y con agua algo más que fresca.

Nada más comenzar la travesía, nos hemos podido dar cuenta de nuestro error porque de tranquilo, el río "Trishuli" lo es sólo a veces y en los remansos, pero en otras muchas, numerosos rápidos te vapulean al menos a mí, que iba en primera línea y recibía todos los golpes de agua llegando a tragarla en varias ocasiones. Carmen se ha colocado detrás de un delgado chaval indio que le paraba el oleaje y ha respondido muy bien disfrutando de la travesía. En un momento dado hemos tenido que abandonar la balsa y rodear por el monte unos rápidos muy fuertes, dejando sólo al guía que los ha salvado y nos ha recogido una vez atravesados.

Nos ha gustado la organización, profesionalidad y buen ambiente de todos lo participantes. Una piragua de la organización iba por delante marcando la vía por la que debía entrar la balsa en los rápidos y de esa forma no hemos caído nadie al agua y eso que motivos los había.

Hay que decir que de todos los raftings que hemos realizado, éste ha sido el más agradable porque estaba en el límite en el que el disfrute deja de serlo y se convierte en riesgo descontrolado.

A media tarde entrábamos en "Chitwan" dirigiéndonos al hotel "Parkland" y coomo llevábamos los trajes de baño mojados, hemos aprovechado para darnos otro baño en la piscina, por si no había sido suficiente con el río "Trishuli".

Mañana entraremos en el "Parque Nacional de Chitwan", para realizar un safari muy completo que durará todo el día, utilizando motora, 4W4, paseos andando y en elefante, por lo que tenemos que madrugar de nuevo.

El tiempo ha amanecido gris y un par de elefantes que teníamos debajo de la ventana se han puesto a barritar muy temprano, despertándonos y recordándonos donde estábamos. Parece que los elefantes se habían cabreado porque los habían cargado para ponerlos a trabajar y después de un rato han desaparecido. Mientras que en África, los elefantes viven a su aire y es muy difícil domesticarlos, en Asia, sólo los tienen para trabajar domesticados, es decir, que todo elefante tiene dueño.

Nosotros hemos ido a desayunar el consabido bufete de huevo, patatas, noddles y pollo, lo que dicho así no es para quejarse, pero la preparación y comerlo casi frío es la otra característica de que sea un desayuno poco apetecible y repetitivo.

Sobre las 7 de la mañana, nos acercábamos con el guía al embarcadero para iniciar el safari, montándonos en una piragua artesanal de tronco de árbol vaciado y descendíamos a favor de la corriente, encontrándonos al cabo de un rato con un enorme cocodrilo que a pesar de pasar cerca de él, ni se ha inmutado. Después ha habido varios más y algunos pájaros, sin encontrar nada digno de mención y que no hubiésemos visto antes.

Terminado el recorrido en canoa, nos hemos adentrado en la jungla caminando durante un par de horas, pero salvo un curioso búho medio escondido en un árbol y enormes lianas que se amarran a los árboles, tampoco ha habido nada a destacar.

Después de comer, realizábamos la tercera parte del safari mediante un largo paseo a lomos de un elefante, que se ha adentrado en la jungla a la búsqueda de rinocerontes, que son lo único a lo que se atreven a asegurar los guías que podrás ver. El avistamiento de tigres de bengala, ha quedado exclusivamente para las bromas cuando entras al parque nacional en el que hay varias figuras para atraer la atención. Se escudan en decir que como los tigres se esconden de las personas, es muy difícil verlos y con sólo decir que se camina por la jungla sin protección, da una idea del remoto riesgo de encontrarte con uno.

Mañana nuestro chófer y amigo "Chandra" nos llevará a "Pokhara", que según él tiene las mejores vistas del Himalaya, pero tampoco hay que hacerle mucho caso porque al ser de allí, probablemente exagere.

Medio día dedicado a desplazarnos, puesto que para hacer 150 km. nos ha llevado cerca de 5 horas, contemplando verdaderas atrocidades en la carretera en la que camiones adelantaban en curvas cerradas sin ninguna visibilidad y obligando a frenar al que venía por su carril correcto. Pero no pasa nada, nadie se cabrea porque está asumida la ley del más fuerte, así que el peatón que circula por la orilla de la carretera en más de una ocasión tiene que rezar para que el camión de turno consiga entrar en el hueco que a base de frenazos y bocina consigue hacer.

Cuando llegábamos a "Pokhara" y pasábamos por delante del aeropuerto hemos decidido, que en lugar de volver dentro de unos días a Katmandú por carretera, lo que nos llevará más de 7 horas, teníamos que consultar los precios de avión que como después comprobaríamos, son más que razonables y hemos terminado comprándolos por Internet.

"Chandra" se ha despedido de nosotros al llegar al hotel, porque debía de volver hoy mismo a "Katmandú" y le esperaba un largo camino de conducir. Se ha ganado una buena propina por su amabilidad y nos reconocía entre risas en el viaje, que nunca se había divertido tanto con unos clientes, porque hemos estado varios días tomándonos el pelo, el defendiendo a su ciudad "Pokhara" como la mejor de "Nepal" y yo a "Donosti" como la mejor del mundo. Al final le he enseñado una foto de la bahía de "La Concha" desde "Igueldo", y con la boca abierta no ha podido contradecirme, aunque lo ha intentado

El hotel en "Pokhara" es el "Dahlia Boutique ", muy bien situado junto al lago, al que hemos ido después de comer y desde el que se tiene una preciosa vista de una parte de la cadena de picos del "Anapurna", en el que varios superan los ocho mil metros de altitud. Si "Pokhara" no llega a los mil metros, eso quiere decir que estas moles se ven enormes en el cercano horizonte.

A la vuelta del lago nos esperaba "Tulsi", el guía que a partir de mañana nos llevará durante tres días de trekking por el "Anapurna", explicándonos cual es el plan, el itinerario y lo que debemos llevar. Parece que tendremos buen tiempo aunque es difícil asegurarlo por los cambios tan radicales y rápidos que se dan en la alta montaña.

Con sólo la primera impresión de esta ciudad de "Pokhara" nos ha parecido que "Chandra" tenía razón al decir que es la mejor de este país, con un precioso lago y los Anapurnas al fondo. A la vuelta del trekking pasaremos un día visitando más profundamente la ciudad, sus alrededores y disfrutando de su encantador y relajante entorno.

Después del desayuno nos venía a buscar nuestro guía "Tulsi", para comenzar el trekking por el "Anapurna", dándonos primero una idea de por donde íbamos a andar. Lo primero que nos ha dicho es que el "Anapurna" es un área y tiene numerosos picos numerados y alguno de ellos supera los 8 mil. El más cercano a "Pokhara" en donde hemos dormido, se llama "Fishtail" o "Cola de Pez", porque tiene dos cimas en punta que le hace parecerlo, y si bien por su forma estilizada parece muy alto, no llega a los 7 mil.

Después de una hora de coche llegábamos a "Kande", desde donde hemos comenzado a andar para dirigirnos al llamado "Australian Camp", con un tiempo muy gris y por un camino que enseguida se ha puesto empinado, debiendo ascender por unos interminables escalones de piedras que han llegado a volverse bastante desagradables. Nos acompañaban un grupo de jóvenes con música a tope, adelantándonos y parando a descansar continuamente. Gente que no sabe andar en la montaña y que nos rompían el ritmo tan necesario de mantener en una subida tan empinada. Hemos cubiertos los 300 metros de desnivel en poco menos de hora y media, pero sudando por el esfuerzo, parando a comer en el "Australian Camp", donde nos han dado una habitación porque pasaremos la noche aquí.

El nombre de "Australian Camp", confunde porque no es el tradicional campo base situado a los pies de la montaña, sino que es una especie de aldea de montaña con buenas vistas al "Anapurna". Después de comer hemos hecho otro trekking hasta "Pothana" a otra hora de camino, en donde nos hemos cruzado con algunos de los participantes de la "Golden Trail World Series" una maratón de 42 km. por un trazado durísimo que ha ganado el famoso catalán "Kilian Jornet", que le ha sacado más de media hora al segundo. Mañana se realizarán otras dos maratones de 55 y 100 km, vamos una auténtica salvajada.

Cuando al atardecer volvíamos al "Australian Camp", el cielo ha comenzado a despejarse y entonces hemos podido ver bien el "Anapurna" disfrutando de una bonita puesta de sol, que iba descubriendo poco a poco las enormes paredes de los picos nevados.

Día 26

Un precioso amanecer en el que el sol se ha elevado por encima de las nubes del valle, iluminando los picos y formando un paisaje espectacular. Aquí los amaneceres son a las 6 de la mañana, por lo que toca madrugar si no te quieres perder el espectáculo más importante de "Nepal", ver como se despierta el "Himalaya" y que es la principal razón por la que hemos realizado este viaje.

Nuestro guía "Tulsi" que es muy servicial, se ocupa de pedirnos el desayuno y de contarnos muchas cosas de "Nepal" y de sus costumbres, con un estilo muy personal en el que demuestra dotes para la enseñanza y cuando "Carmen" le ha dicho que realmente explicaba muy bien y porqué no enseñaba a los niños, le ha respondido que tenía el título de maestro pero que prefería dedicarse al turismo porque le gustaba conocer gente nueva como nosotros.

Con un tiempo fabuloso comenzábamos a andar en dirección a "Dhampus", iniciando el descenso y teniendo como fondo el impresionante "Anapurna" en todo su esplendor. Nos hemos cruzado con algunos corredores de ayer que optaron por quedarse a dormir por el camino exhaustos por el esfuerzo realizado.

Durante la travesía hemos llegado a divisar de un lado el "Dhaulagiri" de 8.167 m. y del otro, el "Cho Oyu" del "Manaslu".

A la hora de comer entrábamos en "Dhampus" en el que había ambiente de competición porque era la llegada de la maratón de 55 km. y después de dejar la mochila en el hospedaje donde dormiremos hoy y comer un poco, volvíamos a la meta para aplaudir a los participantes de una prueba más dura todavía que la de ayer.

Cada vez que llegaba un corredor una banda con curiosos instrumentos locales tocaban para darle ánimos y felicitarle por la proeza de llegar. Y como homenaje le colgaban una medalla de reconocimiento. Hoy el ganador ha sido un nepalí, por lo que la gente del pueblo estaba muy contenta.

Después de un rato realizábamos un paseo por una aldea de casas y granjas antiguas, aunque en Nepal el concepto de paseo es diferente al nuestro. Aquí en cuanto te mueves dos pasos tienes siempre escalones de piedra para subir o bajar, lo que hace que te lo pienses antes de decir de ir a algún sitio. porque ya hoy teníamos agujetas en las piernas por la dura subida de ayer.

Día 27

Otro amanecer espectacular en nuestro último día de trekking y no nos podemos quejar del tiempo. Anteayer que hizo nublado y no se veía nada no disfrutamos mucho, porque es esencial ver los extraordinarios paisajes del "Anapurna" desde el amanecer.

Hoy tocaba descender 900 m. de desnivel hasta "Phedi" donde nos esperaba un coche para devolvernos a "Pokhara". Si la subida fue agotadora, la bajada ha sido aún peor. Un auténtico rompepiernas de escalones de piedra en el que las rodillas sufren en cada golpe de escalón, haciéndose interminable la bajada. Un camino con bonitas vistas del valle con terrazas de arroz, cruzando alguna aldea de casas tradicionales y en donde niños que celebran el "Tihar Festival" nos han bailado para recaudar dinero con destino al festival.

En cuanto hemos llegado al mismo hotel "Dahlia Boutique " en el que estuvimos antes y nos han dado la habitación, nos hemos subido a la preciosa piscina de la azotea y nos hemos dado un refrescante baño continuando con el mismo telón de fondo del "Anapurna". Todo un lujo y no precisamente por su coste.

Mañana continuaremos con nuestro guía "Tulsi", para conocer más a fondo esta bonita ciudad, que nos ha parecido estupenda por su enclave y después de pasar unos días por un "Himalaya" que nos ha encantado.

La mañana la hemos dedicado a visitar los lugares más emblemáticos de Pokhara, comenzando por el templo hindú de "Bindhyabasini", al que numerosos fieles subían a realizar ofrendas y que como centro religiosos poco tiene que enseñar a quien no profesa esa religión.

El siguiente punto ha sido la garganta del río "Seti", una estrechísima y profunda garganta que atraviesa una zona de la ciudad y por donde transcurre este río que baja de los glaciares del "Dhaulagiri y del "Anapurna", un punto curioso pero que no despierta el interés porque prácticamente no se llega a ver gran cosa, simplemente un corto, estrecho y profundo tramo por el que se ve que circula el agua a cierta velocidad.

Después nos recibía la cascada de "Devis" que tampoco es de interés porque han vallado con rejas todo el camino dejando sólo una perspectiva del salto de agua muy poco agraciada y que al salir te preguntas como se puede considerar esto una atracción, cuando no se puede sacar ni una foto porque parece que estás enjaulado rodeado de barrotes.

Y con esta sensación de perder la mañana en visitas sin ningún interés y además teniendo que pagar, hemos entrado en la cueva "Mahendra", en la que todo el esfuerzo de hacer algo de interés se ha quedado en las escaleras de entrada, porque una vez dentro de la cueva, además de ir mojándote, casi sin luz y golpeándote en la dura roca de bajo techo, lo único que se ve al final es una zona llena de basura, que según nos ha dicho nuestro guía "Tulsi", es donde se concentra todo lo que suelta el lago de "Phewa". Unos operarios se afanaban en llenar sacos de desperdicios y llevárselos, con trabajo asegurado para mucho tiempo a la vista de la inmensa cantidad de deshechos que les quedaba por limpiar.

Avanzaba la mañana y no ha mejorado lo que estábamos viendo, acercándonos a un asentamiento de refugiados tibetanos cedido por el gobierno de Nepal, en donde realizan y venden trabajos artesanales, principalmente confeccionando alfombras.

Por último, nuestro guía nos ha propuesto subir a visitar "La Pagoda de la Paz", pero como ya estábamos cansados de no ver nada interesante hemos declinado diciendo que hacía mucho calor a esa hora y que preferíamos ir a la piscina del hotel.

Después de unos baños y aunque hoy no se veía el Anapurna desde la piscina, hemos salido para ver la zona de la orilla del lago "Pewa", que ha resultado ser "La Milla de Oro" de Nepal, con una larguísima calle comercial y multitud de tiendas, hoteles, restaurantes y muchísimo turismo, lo que nos ha sorprendido haciéndonos pensar que nos habíamos confundido de país. Y aunque era una continuación de la calle en la que tenemos nosotros el hotel, el turismo masivo parece que se concentra en esa zona, con música de ¡¡¡ Bollywood !!! a tope y jóvenes bailando en la calle, tal vez celebrando el "Tihar Festival". ¡¡¡Vamos !!!, que parecía que estábamos en "Lloret de Mar" en verano, y no en el meollo del alpinismo mundial.

Mañana por la mañana volveremos en avión a "Katmandú", olvidándonos del largo y arriesgado viaje en coche que teníamos programado y que cambiamos al ver el trayecto y el tráfico que hay en esta ruta entre las dos grandes ciudades de Nepal.

Esta mañana hemos volado con "Yeti Airlines" de vuelta a "Katmandú", en donde el simpático joven del check-in nos ha mareado un poco para darnos la mejor opción. Primero nos ha dicho que nuestro vuelo saldría con hora y media de retraso por sobrecarga en el aeropuerto de "Katmandú", pero que nos iba a dar unos asientos de ventanilla para ver mejor el "Himalaya" durante el vuelo.

Hemos pasado el control de equipajes y cuando estábamos sentados en la sala de espera ha aparecido para cambiarnos los billetes porque se había confundido con los asientos y no eran de ventanilla. Nos ha traído los nuevos y después de un rato ha vuelto a aparecer preguntando si teníamos que enlazar con otro vuelo y al decirle que no, ha continuado preguntando a la gente.

Ha vuelto a aparecer para decirnos que si nos interesaba adelantar el vuelo porque ya había llegado un avión y tenía disponibilidad, volviendo de nuevo a traernos los nuevos billetes.

Al final, salíamos antes de lo previsto y con asiento de ventanilla, disfrutando del paisaje del "Himalaya" aunque ni el tiempo ni las ventanillas del avión estaban lo suficientemente bien como para sacar unas fotografías de calidad. No obstante, abajo he puesto una pequeña muestra del estupendo paisaje que hemos visto durante la travesía.

Nuestro amigo y chófer "Chandra" nos ha ido a recoger al aeropuerto para llevarnos al mismo hotel "Manang" en el que estuvimos a nuestra llegada a "Nepal", y aunque en ese momento terminaba nuestro tour contratado con "Fiendship Nepal Tours & Travels", hemos contactado con su agente "Roka", porque queremos realizar una excursión sobrevolando el "Everest" y queríamos informarnos de las condiciones en la reserva y lo que ocurre en caso de mal tiempo. Nos ha dicho que no debemos preocuparnos porque hasta después de realizar la excursión no se paga nada, quedando para hacerla pasado mañana día 31 que tiene mejores previsiones meteorológicas.

Por la tarde, salíamos a comprar algunos recuerdos por la zona de "Thamel" que estaba engalanada con miles de luces por las calles y cenar por los alrededores, encontrándonos con la continuación del festival que hemos vivido en "Pokhara," en el que hoy tocaba pintarse en la frente siete colores y realizar regalos entre hermanos.

A la espera de mañana para sobrevolar el "Everest", hoy ha sido un día de transición sin nada especial que comentar, puesto que lo hemos pasado recorriendo la zona de "El Thamel" en la que se concentra el comercio local y hoteles, siendo la más visitada de "Katmandú" por el turismo. Se caracteriza por sus estrechas callejuelas repletas de tiendas y vendedores y en donde se consigue ropa y accesorios de montaña a buenos precios.

Este barrio viejo parece que puede derrumbarse en cualquier momento, porque tiene muchas casas ya de por sí muy antiguas y que han tenido que ser apuntaladas como consecuencia del terremoto que asoló la capital de Nepal en 2015.

Hemos visto en muchas ciudades asiáticas e incluso americanas donde los tendidos eléctricos están en el exterior, pero el de Katmandú excede a el de "El Cairo", "Manila", e incluso el de "Delhi". No hay humano capaz de saber a donde va cada cable de la red, y siempre que veo este tipo de ciudades me pregunto como repararán una avería que afecte a una casa concreta. Y al final llego a la misma conclusión, cortarán el extremo del cable y lanzarán otro desde un punto central o nodo, dejando lo antiguo sin tocar. Es la única forma de que haya tal número de cables aéreos.

Continuando por el barrio "El Thamel" hemos llegado a la plaza de "Katmandú Durbar", que ya estuvimos cuando llegamos a "Nepal", pero como el guía la llamó con otro nombre, nos ha confundido porque pensábamos que era distinta.

Es la plaza más importante de la capital, perteneciendo al "Patrimonio de la Humanidad de la Unesco" y en la que se tiene una visón del estrago que causó el terremoto y en la que muchos templos se encuentran en restauración".

Mañana toca madrugar porque el vuelo sobre el "Everest" se hace muy temprano, aprovechando las horas de luz diurna que pueden proporcionar una visión más extensa del macizo del "Himalaya", tanto al oeste más allá de Dhaulagiri y Annapurna, como del norte más allá del Everest.

Hoy ha sido el gran día que estábamos esperando y que dependía de la suerte con el tiempo para ver de cerca el monte "Everest" o quedarnos con las ganas después de haber venido hasta "Nepal". Un riesgo que siempre se corre cuando no se tiene mucho tiempo disponible para maniobrar.

De todos modos ya pensábamos que no iba a ser fácil conseguir ver la cima del mundo, cuando por megafonía han comunicado un retraso de media hora de nuestro vuelo, aduciendo problemas con el tiempo en la montaña.

Cuando hemos llegado al aeropuerto bastante temprano, había ya un mundo de turistas esperando para hacer el check-in en las varias compañías que ofrecen este servicio de avión con destino a la montaña.

La verdad es que este servicio está muy bien montado. De nuestra compañía "Yeti Airlines" por lo menos han salido 4 aviones y siempre te entra la duda de si tendrás ventanilla, porque es esencial para poder ver algo. El nuestro era un reactor de 18 filas y los asientos interiores no se ocupan, por lo que Carmen iba en la ventanilla de la derecha y yo en la ventanilla izquierda, intercambiándonos de ventanilla en la vuelta para sacar poder sacar más fotos.

Durante un rato hemos ido paralelos al "Himalaya" disfrutando de los colosos que se elevaban por encima de las nubes que en ocasiones conseguían tapar las cimas.

Cuando hemos pasado por delante del "Everest" (8.848m.) hemos podido ver su cima, hoy bastante ventosa, apareciendo a ratos de entre las nubes su vecino "Lhotse" (8.516 m.).

Cuando estábamos a la altura del "Makalu" (8.481M.) el avión ha dado la vuelta volviendo a pasar por delante de todos ellos, iniciando el camino de regreso.

La tribulación nos ha obsequiado con una copa de cava, bastante bueno por cierto, aunque en ayunas no entraba demasiado bien en el cuerpo, pero con la alegría de haber visto los principales picos del Himalaya nadie ha rechazado una copa.

Pensábamos que sobrevolaríamos el Himalaya y nos acercaríamos más a la montaña, pero viendo sus paredes con desniveles escalofriantes, se entiende que los aviones no se puedan acercar demasiado a baja altura, debiendo de respetar una barrera de seguridad y evitando así el riesgo de causar aludes y desprendimientos.

De vuelta al hotel, hemos desayunado y nuestro chófer "Chandra" ha vuelto a buscanos para llevarnos a "Chandragiri Hill", una montaña cercana a "Katmandú" a la que se sube en telecabina y desde donde se tiene unas bonitas vistas de una zona más al oeste de la que hemos visto desde el avión, pudiéndose llegar a ver el "Dhaulagiri" el "Anapurna", y el "Manaslu", aunque hoy por la hora ya avanzada no estaba el día muy claro.

Un broche final maravilloso para poner fin a una visita a "Nepal" en el que la joya ha sido el "Himalaya", disfrutándolo mucho gracias a que la meteorología nos ha respetado y hemos podido contemplar unos paisajes realmente espectaculares.

Mañana haremos una visita al monasterio de "Kopan", y gastaremos el tiempo esperando a coger el avión a última hora de la tarde con destino a "Yakarta".