Comienzo de la segunda etapa de viajes de este año con algunos retrasos en las salidas de los aviones de la compañía aérea "Emirates", que hemos utilizado porque aunque nuestro destino es Japón, nos permite hacer una escala de dos días por el mismo precio de un único viaje y visitar "Dubai" y "Abu Dabi".

Alrededor de la 01:00 h. de la madrugada llegábamos a "Dubai" y tras una rápida y ágil entrada por parte de "Inmigración" en donde no tuvimos que rellenar ningún papel de visado, cogíamos el coche reservado en "Avis" y poníamos rumbo al hotel "Star Metro Deira" al que llegábamos con la inapreciable ayuda del programa APP "Maps.me" que durante todo el día posteriormente nos ha indicado con mayor o menor acierto los destinos a los que queríamos llegar.

Unas pocas horas de mal dormir y cuando he consultado el correo electrónico, he recibido la petición de mi entidad bancaria que está gestionando la recuperación de unas operaciones que fraudulentamente se habían realizado sobre mi tarjeta de crédito, para que les facilitara un escaneo de todas las páginas de mi pasaporte como demostración de que yo no estaba en Qatar en las fechas que se realizaron dichas operaciones. Después de nueve años viajando continuamente por todo el mundo sin ningún problema de este tipo, ahora en cuatro meses mi tarjeta ha sido ¡¡¡ copiada !!! dos veces.

Así que para quitarme esta pesadilla, lo primero que hemos hecho nada más tocar la calle en "Dubai" ha sido buscar un servicio que me escaneara el pasaporte y me remitiera a mi email para después reenviarlo a mi banco. A veces se tiene suerte y a escasos metros del hotel hemos encontrado una tienda que lo hacía y con mucha eficiencia nos han realizado el servicio.

Una vez solventada esta tarea, hemos comenzado nuestro itinerario de visitas trasladándonos en nuestro coche por un abigarrado sistema de tráfico a los puntos de interés, que como ya estaba avanzada la mañana los hemos centrado en los lugares donde el calor era más soportable, edificios curiosos y centros comerciales donde hemos comido: Jumeirah Emirates Towers, Burj Khalifa (El edificio más alto del mundo), Dubai Mall, etc.

La mayor parte de la tarde, se la ha llevado el hotel "Al Arab", famoso por ser el más lujoso del mundo, al que claro está no hemos entrado, pero como el diseño de su edificio es muy bonito, hemos buscado lugares desde los que obtener bonitas imágenes, culminando con una puesta de sol en la playa.

Cuando ya anochecía, es decir sobre las 07:00 h. de la tarde, volvíamos a "Dubai Mall" para ver el espectáculo de la "Fontain", que ha sido muy pobre en luz y efectos de agua, algo incomprensible hoy en día y en un entorno tan impresionante a los pies del gran rascacielos "Burj Kalifah".

Muy cansados volvíamos al estupendo hotel en el que nos hospedamos y en el que tenemos cocina y hasta lavadora en la enorme habitación, aunque no la utilicemos para nada, pero hay que reconocer que este hotel tiene muy buena relación precio/calidad. Mañana será un día largo en el que continuaremos las visitas, desplazándonos también a "Abu Dabi" para conocerlo. El avión nos saldrá a las 3:30 h. de la mañana del día siguiente y tendremos que hacer tiempo hasta esa hora. Cosa muy importante en estos casos es disponer de un coche que nos ayudará a buscar los mejores sitios para pasar el rato.

A pesar de tener tiempo más que suficiente para dormir, nuestro reloj biológico se ha alterado y tampoco hemos descansado bien, tal vez por la perspectiva de tener que estar despiertos hasta las 3:30 h. de la próxima madrugada y en pie, hora de salida de nuestro avión con destino a Tokio.

Relativamente temprano cogíamos el coche y poníamos rumbo a "Abu Dabi", distante unos 125 Km, por una estupenda autopista gratis, con la intención de visitar dos museos que había visto en Internet, uno de ellos el Guggenheim y otro el Museo Nacional. Pero debían ser imágenes virtuales de los proyectos, porque cuando hemos llegado nos ha recibido un batallón de obreros trabajando en sus construcciones

"Abu Dabi" como ciudad no nos ha gustado. Sus edificios comparados con los de Dubai, son más antiguos y menos vanguardistas. Su playa tampoco resultaba muy apetecible y con el calor que hacía hemos preferido continuar con nuestra visitas y dejar de pasear por "La Corniche" evitándonos el suplicio del sol en los hombros. Pero a partir de ahí las cosas han mejorado, viendo el Palacio de la Presidencia y el Hotel "Emirates Palace", toda una explosión de riqueza que, si no llega al nivel de estrellas del hotel "Al Arab" de Dubai, no le faltará mucho. Al margen de todo ello, el diseño tanto arquitectónico como los espacios interiores son dignos de ver, en donde el dorado prevalece en todos los elementos, dando una imagen de suntuosidad que supera todos los límites de la razón, convirtiéndose en una competitividad de demostrar quien puede ser el beneficiario de este lujo, al que parece ser sólo tienen accesibilidad los jeques o potentados similares.

Pero esta suntuosidad se te olvida cuando visitas la mezquita "Sheikh Zayed". Todo el lujo descrito anteriormente se empequeñece ante esta impresionante obra de mármol blanco y con detalles de otros colores, creando un bellísimo enclave religioso difícilmente ya superable en muchos aspectos: diseño, luminosidad, lujo y todo lo imaginable.

Como colofón a nuestra visita a "Abu Dabi" nos acercábamos a "Ferrari World", otra bonita obra en la que la famosa marca de coches con su color rojo tradicional, pone la guinda para quien esté dispuesto a pagar sus servicios. Y es que donde hay dinero las oportunidades comerciales se multiplican, sobre todo con los árabes que parecen valorar todo lo relacionado con la fama, el lujo y el diseño.

De vuelta en "Dubai" nos habían quedado un par de cosas de ver: la famosa isla de "Jumeira" que sólo se aprecia su diseño desde el aire, con su mastodóntico y feo hotel "Atlantis" y "La Corniche" en el que una sucesión de barcos convertidos en restaurantes, esperan al atardecer para ofrecer sus servicios gastronómicos a los turistas que al menos hoy se prodigaban poco por el lugar.

Muy cansados de trotar todo el día de un lado para otro, hemos devuelto el coche de alquiler en el propio aeropuerto y en estos momentos estamos esperando a que nos llamen para embarcar. Nos quedan más de nueve horas de viaje hasta Tokio, con la esperanza de dormir un buen número de ellas de mala manera en el asiento y poder continuar nuestro viaje por Japón, disfrutando de su "Hanami" (cerezos en flor) e incluso llegando hasta la isla de Hokkaido, donde por las fechas en las que estamos será más probable que los cerezos estén en esa fase de florecimiento.

Como el objetivo de esta visita era exclusivamente ver dos ciudades que han adquirido mucha fama por su desarrollo arquitectónico consecuencia de los petrodólares y de cómo un árido desierto puede ser reconvertido en un vergel gracias al precioso elemento del agua, consideramos que la escala de dos días que la compañía aérea "Emirates" ofrece como parte de un billete único, en nuestro caso a Japón, era la forma de conseguir nuestro propósito.

En principio nos ha parecido que esta compañía aérea, que ha conseguido cierta fama gracias a sus inversiones en publicidad debía estar al nivel del resto de lo que se ve en los "Emiratos Árabes", pero no ha sido así en nuestro caso. Un viaje de Madrid a Dubai, donde el mal olor en cabina fue una constante que originó repetidas quejas, lo que añadiendo a su mala comida, su retraso en la salida y sus largos recorridos en autobús por el aeropuerto entre el avión aparcado y el terminal de pasajeros, hizo que no estuviese a la altura del extremado lujo que en los demás temas tiene este país.

Pero es la mejor manera de tomar contacto con estas ciudades nacidas de la arena y convertidas en estandartes de la sociedad de consumo. Principalmente "Dubai" donde los Centros Comerciales, la carrera de rascacielos, los hoteles de lujo y las avanzadas obras de infraestructuras para ganar terreno al "Golfo Pérsico", son el centro de atención.

En cualquier caso nos ha encantado la visita, porque además la amabilidad de estos árabes nos ha cambiado la imagen global que teníamos de toda una cultura, haciéndonos ver que como en el resto de las que integran nuestro planeta, hay que diferenciar entre las personas en sí mismas y huir de los estereotipos que encasillan a la gente y de eso ¡¡¡ conocemos un rato !!!, nosotros los vascos.

Como consejo final, si viajas a "Asia" y dispones de algo de tiempo, repite lo que hemos hecho nosotros, hacer una escala, alquilar un coche y dejarte sorprender del lujo del que ¡¡¡ disfrutan otros !!!. También aprovechar un fin de semana largo, es otra estupenda alternativa a tener en cuenta, ya que existen precios asequibles de hospedaje que permiten ajustar presupuestos de los que como se suelen decir ¡¡¡ tocan tierra y son para humanos !!!.

Otro largo día de viaje que la diferencia horaria y los traslados se ¡¡¡ ha comido !!! sin poderlo dedicar a otros temas, pero que son necesarios pasar lo mejor que se puede. Por lo menos, en el avión no olía como en el viaje de Madrid, aunque ha habido algún otro tema que nos ha hecho pasar vergüenza ajena en el aeropuerto y no por culpa de la compañía aérea que esta vez se ha portado muy bien con nosotros a través de una azafata de tierra filipina, con quien hemos estado hablando de su ciudad natal "Davao", que yo conozco y de otros destinos de las islas como: Cebu, Mindanao, Zamboanga y del "Chabacano" como lengua que todavía hablan algunos filipinos y de la que ella conocía algunas palabras. Esta sintonía nos ha llevado colocarnos en una fila con un asiento libre entre nosotros, para que pudiéramos ¡¡¡ estirar las piernas !!! , tal como nos ha dicho. Y es que viajar y conocer lugares también ¡¡¡ abre puertas !!! como el caso de hoy que nos ha permitido realizar un viaje más cómodo.

La vergüenza ajena nos ha venido, cuando ha aparecido un grupo de españoles en el aeropuerto a las dos de la mañana, guitarra en mano ¡¡¡ amenizando a grito pelado y con ritmo flamenco, sin ningún pudor ni educación !!! a los pasajeros que bastante teníamos con aguantar la salida del avión a esas horas intempestivas. Nosotros nos hemos callado y no nos hablábamos evitando que el resto de los pasajeros nos identificasen con el grupo, pero el caso es que una vez más y ya son varias en los años que llevamos viajando por el mundo, que hemos intentado pasar desapercibidos ante situaciones de mal comportamiento de compatriotas, tal vez porque sea la primera vez que salen de casa y su alegría hace que pierdan el mínimo control y educación necesaria. Después nos hemos enterado por lo que hablaban de que era un grupo profesional que iba a actuar en Tokio, por lo que ya debían estar ¡¡¡ calentando motores !!! para poder exponer mejor su arte.

Asia puede ser un referente para los departamentos de Inmigración del resto de continentes, porque da gusto venir a estos países donde en menos de cinco minutos y con pocos requisitos entras en el país. Lo cual no quiere decir que no te tengan controlado, pero por lo menos salvas la engorrosa burocracia que en definitiva no aporta beneficios para nadie.

Es la cuarta vez que venimos a Japón y aunque siempre de entrada te tienes que adaptar a una cultura tan diferente a la nuestra, enseguida hemos recordado los principales temas a tener en cuenta, así que, rápidamente nos hemos acercado a la oficina de los trenes "JR" para cambiar el voucher de "Japan Rail Pass" por los bonos efectivos, incluso cogiendo el billete para dentro de un par de días con destino a "Hirosaki" en el norte de esta isla.

Un tren a la estación de "Tokio", otro de la línea circular "Yamanote" y el "Metro" de la línea "Ginza" nos ha llevado hasta el hotel cercano de la estación "Tawaramachi" en donde se sitúa nuestro hotel "Toyoko Inn". Una red de hoteles que recomiendo por precio y ubicación junto a las estaciones de tren y en este caso de Metro. Eso sí, hemos pasado de habitaciones de 30 m de superficie a otras de menos de 10 m, pero con todas las comodidades condensadas.

Mañana lo dedicaremos a descansar de viajes y pasear por Tokio una vez más, lo que siempre es muy agradable de hacer, cambiando el contacto de gentes con culturas muy diferentes, árabes y japoneses, pero con algunas cosas en común: su amabilidad con el extranjero y su ¡¡¡ pasión por el agua !!!, a unos porque les falta y es un bien preciado y los otros porque les sobra hasta el punto de haberla introducido como parte de su cultura con su limpieza extrema y los continuos y extensos baños que se dan en los "Onsen".

Desconozco si mi memoria está al límite de su capacidad y que cuando necesita sitio para los últimos destinos visitados, aparca en otro lugar menos accesible la información de anteriores viajes, liberando esa parte y dedicándola a la actual, pero el caso es que hoy que pensaba que tenía "Tokio" controlado para movernos sin dificultad y llegar rápidamente a los destinos a visitar, no ha sido así y mi memoria me ha jugado una mala pasada en cuanto a la posición de las zonas de la ciudad, lo que nos ha llevado a tener que reaprender como llegar a algunos lugares que queríamos visitar.

Reubicar correctamente los lugares y hacernos con los itinerarios de nuevo nos ha retrasado en la salida del hotel para patear "Tokio", teniendo como primer objetivo ir a la "City View Tower" para tener una vista de la ciudad desde lo alto y en donde pensaba que yo ya había estado cuando vine solo la primera vez a Japón. Cuando hemos llegado al lugar nos ha sorprendido un cartel que decía que el "Observatorio" estaba cerrado por mantenimiento hasta dentro de un par de días. A mi el lugar no me recordaba nada y revisando mis referencias GPS he comprobado que el mirador en el que había estado era otro diferente llamado "Seaside Top", más cercano al puerto.

Este mirador está ubicado en la torre "World Trade Center" y en cuanto hemos llegado se me ha hecho todo muy familiar. Hemos subido para observar una ciudad con muy poco encanto en cuanto a paisaje urbano desde el aire y eso que la zona del puerto siempre ayuda a descongestionar la abigarrada vista.

En su zona de restaurantes hemos encontrado uno pequeño que ofrecía tempuras y en el que a gusto del consumidor te ibas poniendo las piezas que querías a un precio más que razonable, porque la comida de ambos no ha llegado a diez euros, eso sí regada con agua que es muy buena y gratis. La idea que se tiene de los elevados precios en general de Japón son erróneos, porque aunque por supuesto puedes pagar auténticas barbaridades por cosas que no valoramos, la vida ordinaria de comidas y hoteles habituales de la gente entre la que se incluyen ejecutivos de traje, están por debajo de lo que pagamos en Europa.

Puede que gracias a la comida que me ha revitalizado, a partir de ahí los desplazamientos han ido mucho mejor y parece ser que mi memoria ha aparcado otro destino de viajes, colocando el de Tokio en primer lugar, porque los lugares se me hacían mucho más conocidos.

Desplazándonos a la zona de "Shibuya" nos hemos ido al parque "Meiji-jingu" para dar un paseo y relajarnos llegando hasta su santuario, porque transitar siempre corriendo por los accesos del "Metro" chocándote con la gente que circula por la izquierda, agobia y requiere un respiro para de nuevo poder sumergirte en las calle de "Shibuya", donde la gente continúa andando y comprando a ritmo frenético.

Mañana abandonaremos la capital y en el "Shinkansen" o tren bala, subiremos hasta "Hirosaki" donde comprobaremos si hemos llegado a tiempo de ver los cerezos en flor o como lo llaman aquí "Hanami" la tradición japonesa de observar la belleza de las flores.

Con la puntualidad que caracteriza a Japón, recorríamos en tren más de 750 Km en cuatro horas con intercambio de trenes incluido. Primero en el "Shinkansen" hasta "Aomori" y después en uno normal a "Hirosaki". Nada más bajar del tren hemos gestionado la adquisición del billete para pasado mañana que iremos a "Hakodate", de forma que ya no tenemos de qué preocuparnos.

En la propia plaza de la estación de tren teníamos la reserva en el hotel "Toyoko Inn" por lo que no hemos tenido que acarrear las maletas más que dos minutos. Al igual que con el horario de los trenes la puntualidad es una ley inamovible en Japón, porque hemos llegado al hotel diez minutos antes de la hora de check-in y después de pagar la habitación nos han hecho esperar a que diese la hora en punto para entregarnos la llave y poder dejar el equipaje.

Como teníamos toda la tarde a nuestra disposición, después de comer los consabidos noodles y sacar información en la Oficina de Turismo sobre la forma de llegar al castillo, lugar donde se celebra el festival de "Cherry Blossom", "Hanami", "cerezos en flor", nos hemos acercado para un primer contacto y con la esperanza de haber llegado a tiempo de ver esta maravilla de la naturaleza que dura sólo unos días cada año. ¡¡¡ La sorpresa ha sido descomunal !!!.

Hemos llegado en el mejor momento de todo el calendario y con un tiempo magnífico, por lo que ya antes de entrar en el parque el paisaje era indescriptible. Lo que pensábamos que iba a ser una simple toma de contacto ha durado cuatro horas porque nos resistíamos a marcharnos. Impresionantes paisajes formados por numerosos cerezos que inundaban el parque, junto a un castillo japonés que sin ser una maravilla como tal, daba al entorno un carácter místico, parecía que habíamos accedido a un escenario en el que te podías encontrar con un samurai.

Como me siento incapaz de poder explicar las maravillosas sensaciones que hemos tenido paseando inmersos en este "Hanami", a continuación pongo una simple muestra de los cientos de imágenes que he tomado y que transmiten mucho mejor lo que hemos vivido esta tarde y que la recordaremos siempre. ¡¡¡ Y mañana otra vez !!!.

Durante todo el día hemos estado disfrutando de este incomparable entorno del "Castillo de Hirosaki" que está vestido de gala y con los cerezos en flor, para deleite de las miles de personas que han vuelto a inundar sus paseos.

La tradición de comer sentados bajo los cerezos, hoy al ser domingo, se ha disparado y familias enteras se agrupaban como para protegerse del sol, pero lo que realmente buscaban era poder realizar su "hanami" (observación de las flores), ya que en estas latitudes y por estas fechas de primavera el sol acaricia más que calienta.

En contadas ocasiones repetimos las visitas, pero ver un "Festival de Cherry Blossom" como el de Hirosaki es algo que probablemente no volveremos a ver en la vida, así que el día lo hemos exprimido al máximo, recorriendo y buscando nuevos ¡¡¡ txokos !!! que nos enseñaran rincones especiales. Y los hemos encontrado, hasta incluso los ya visitados ayer, presentaban nuevos aspectos por ser distinta la hora y haber cambiado la incidencia de la luz y del sol.

Otros cientos de fotografías que me llevo para cuando llegue a casa y pueda dedicarme a analizar y seleccionar las que pasarán a formar parte del reportaje de esta visita, que será muy especial porque han coincidido varios aspectos que me han ayudado mucho a la hora de obtener las que pienso que son mis mejores fotografías de viaje. Al igual que ayer adelanto unas pocas imágenes personales mientras elaboro el reportaje definitivo.

Contra toda norma, hoy el tren ha tenido un retraso de cuatro minutos, lo que suponemos que le costará el empleo a alguien por su ineficacia y su mal hacer. Nosotros también hemos cometido un error al bajarnos una estación antes de la debida para coger otro tren, pero con la suerte que dicho tren también pasaba por allí unos minutos después y lo hemos podido coger. En ocasiones la similitud del nombre de la estación como hoy: "Aomori" y "Shin Aomori" lleva a confusión porque sólo había cuatro minutos de diferencia entre una estación y otra y además todo el mundo se ha bajado del tren, lo que nos ha hecho pensar que habíamos llegado antes de tiempo a nuestra estación. Pero no era así, el resto de viajeros iba a coger el "Shinkansen" con destino a "Tokio" y nosotros en dirección contraria a "Hakodate".

El error no ha tenido consecuencias y extrañamente el tren que hemos cogido para "Hakodate" se ha retrasado en la salida. En este viaje en el que hemos cruzado el "Estrecho de Tsugaru" que separa la isla de "Hokkaido" de la más grande "Honshu", lo hemos realizado por el túnel de "Seikan", el túnel ferroviario más largo del mundo con sus 53 Km de longitud, de los que 23,3 Km se hacen bajo el lecho marino.

Llegábamos al mediodía a "Hakodate" y como viene siendo habitual, hemos cogido el billete para dentro de tres días con destino a "Sapporo". Esta vez han sido cuatro minutos acarreando las maletas hasta el hotel "Toyoko Inn", donde las hemos dejado en consigna para ir a comer y visitar la ciudad. Después de comprar un pase para viajar en los tranvías urbanos sin límite y de dejar reservado un coche para utilizarlo mañana y pasado en excursiones por la zona, nos dirigíamos al primer fuerte de estilo occidental de Japón, llamado "Goryo-kaku", en donde de nuevo hemos disfrutado de un "Cherry Blossom" aunque muchos menos espectacular que el de "Hirosaki".

En las imágenes aparece Carmen siempre con una bolsa de plástico blanco a la que parece tenerle mucho cariño porque no la ha soltado ni un momento, pero no es así. El motivo de llevarla siempre encima no es otro que el haber comprado un café, no encontrando una papelera donde dejar el vaso vacío, lo que le ha llevado a que toda la tarde y hasta volver al hotel haya tenido que cargar con la dichosa bolsa.

De nuevo utilizando el tranvía, el siguiente destino ha sido el "Parque de Hakodate" donde más cerezos nos esperaban para darnos la bienvenida. El parque no era nada especial pero en estos días todos los árboles se engalanan de blanco y resulta muy agradable.

Al atardecer hemos dado un paseo por la zona de "Motomachi", en el que algunas iglesias católicas y ortodoxas parecían puntos discordantes con el resto de arquitectura nipona.

Y de vuelta al hotel nos hemos dado de bruces con un restaurante vasco llamado "La Concha" y en su menú de la calle ofrecían: tortilla de patata, ensalada de anchoas, bacalao en salsa y jamón, lo que ha originado una salivación descontrolada. Lo malo ha sido que el establecimiento estaba cerrado aunque según el horario que marcaba en la puerta debería estar abierto. Además figuraba como "Vasco II" por lo que habrá algún otro más del mismo propietario. Así que la gastronomías vasca también es conocida en "Hakodate".

Mañana iremos en coche por los alrededores y en función del tiempo que salga nos acercaremos a "Matsumae" para ver lo que llaman "los 10.000 cerezos en flor", que le sitúa como uno de los lugares más famosos de todo Japón para disfrutar del "Hanami".

Aquí estoy de nuevo con seis calendarios más visitando de nuevo este bonito lago a 160 Km de "Hakodate" y que pertenece al "Shikotsu-Toya National Park. Con un tiempo más frío y un cielo menos limpio que la vez anterior pero mejor acompañado, hemos cogido el mismo barco de entonces donde recuerdo que tuve una larga conversación en inglés con un señor japonés que parecía querer practicar el idioma y quien me hizo sentirme como un maestro porque yo lo hablaba mejor que él y tenía que a veces ayudarle. En aquel viaje el objetivo era conocer "Sapporo", ciudad cercana y mítica para mí por cuanto se celebraron unas olimpiadas de invierno cuando yo participaba en competiciones de esquí alpino. El de ahora es mucho más tranquilo y el objetivo distinto: ver los 10.000 cerezos en flor de "Matsumae", otra ciudad cercana a la que iremos mañana.

Bonitos recuerdos que me venían a la memoria de que entonces me parecía haber llegado ya al límite en mi afán de conocer mundo, incluso llegando a hablar cordialmente con personas de cultura tan extraña para nosotros. Seis años después y habiendo estado sin parar de viajar, creo que la riqueza que se adquiere relacionándose con el resto del mundo no tiene precio y esperamos continuar haciéndolo como se suele decir ¡¡¡ hasta que el cuerpo aguante !!!.

Después nos hemos acercado al volcán Usu-zan, que según hemos calculado por la historia de sus erupciones, cada 30 años más o menos hace una de las suyas y revienta alguno de los conos: 1910 - 1944 - 1977 y 2000, han sido años en los que ha despertado de su letargo, por lo que parece que aún quedan algunos años de tranquilidad en la zona.

También hemos visto "Showa-Shin-zan", que es una montaña/volcán que surgió en 1943, durante la 2ª guerra mundial y después de una serie de terremotos, que estuvo creciendo durante dos años hasta alcanzar los actuales 398 m de altitud. En la actualidad cuenta con bastantes fumarolas echando gases.

Esta excursión al contrario de la anterior que la realicé en tren y autobuses, la hemos hecho en un coche alquilado. Ya tenía olvidado lo coñazo que es conducir en Japón y hoy lo he recordado, porque hemos tardado más de dos horas y media en hacer 160 Km y eso sin tráfico porque hoy era fiesta y por una autopista que nos ha costado 26 euros en cada viaje. Una autopista de un solo carril por dirección con limitación de velocidad marcada de 70 Km/hora y cada cierto tiempo con dos carriles para poder adelantar a los camiones que iban taponando la vía. En esos tramos te ponías a 130 Km/h para quitártelos de encima y así todo el viaje.

Japón será muy bueno haciendo coches para exportar a otros países pero aquí se da eso de ¡¡¡ en casa del hererro cuchillo de palo !!! y no es el vehículo adecuado para viajar en este país. Alguien dirá que para eso tienen los mejores trenes del mundo y eso es cierto, pero al final terminas en la carretera para llegar a los destinos que están fuera de las ciudades, por lo que también se requieren infraestructuras de asfalto acorde con las necesidades.

Siguiendo con nuestro plan de ir viendo cerezos en flor, hoy tocaba el "Cherry Blossom" o "Hanami" de "Matsumae", un parque con un importante castillo incluido que a pesar de ser día de labor estaba lleno de gente. Este parque que lo denominan como el de los "10.000 cerezos" estaría mejor llamado como el de ¡¡¡ unos cientos !!! porque o bien se nos ha olvidado contar o es fruto de una propaganda que lleva a que te lleves alguna que otra desilusión. Bonito si era, pero estando tan mal comunicado que nos ha obligado a ir en coche desde "Hakodate", aguantando de nuevo cerca de dos horas y media. para hacer 90 Km con limitación permanente de 50 Km/h merece la pena irse a "Hirosaki" que no tiene comparación en cuanto a belleza.

Por lo que había leído, este "Cherry Blossom" de "Matsumae" era el no va más, pero ni los cerezos eran de la clase más espectacular y supongo que muchos de ellos incluso muy jóvenes, porque la flor no tenía las dimensiones de los de "Hirosaki", ni el propio entorno en su globalidad es comparable. Los ríos y lagos con sus puentes junto a los castillos, combinados con los cerezos le dan ese toque especial que los destaca del resto de parques.

Casi cuatro horas de tren nos ha llevado el viaje de hoy porque el "Shinkansen" todavía no ha llegado a la isla de "Hokkaido", si bien este mismo año está anunciado que entrará hasta "Hakodate" al sur de la isla y se ve anunciado que continuará el proyecto hasta "Sapporo". Mientras tanto los desplazamientos por esta isla son bastante lentos y llegábamos sobre las 2:30 h. de la tarde a nuestro destino. De una tacada, con las maletas en la mano y sin salir de la estación de tren, hemos: sacado el billete para mañana a "Wakkanai", obtener mapas de la ciudad, enterarnos en la Oficina de Turismo cual era el mejor lugar para ver el "Cherry Blossom" en "Sapporo" y comer el mejor y más barato sashimi hasta la fecha.

Seguidamente nos hemos dirigido al hotel de la cadena habitual "Toyoko Inn" en donde esta vez nos han dado la habitación sin esperar, pero porque ya era la hora permitida para los que tenemos la tarjeta de cliente, dejando el equipaje y saliendo rápidamente con destino al parque "Moerenuma" que nos habían aconsejado en la Oficina de Turismo, ya que según nos han dicho quedaba muy poco para que terminara el "Cherry Blossom" de aquí. Nos ha extrañado porque hace un par de días estábamos en "Hirosaki" que se sitúa más al sur que "Sapporo" y estaban en su mejor momento, siendo las fechas aparecidas en Internet como las mejores de aquí, para todavía dentro de unos días. Pero por si acaso, primero en "Metro" y después en un autobús llegábamos al parque, en donde de nuevo hemos tenido una decepción porque esperábamos mucho más de la principal ciudad de "Hokkaido". Eso sí, el parque "Moerenuma" es todo un complejo precioso para disfrutar de un día de campo, pero no como para ser un referente de cerezos porque hay muy pocos y no forman ninguna imagen especial.

Con esta visita hemos terminado el tema del "Hanami", "Cherry Blossom" o "cerezos en flor" en Japón, conocido de estas tres formas y no tenemos duda al elegir al de "Hirosaki" como el mejor con mucho. No hemos visto los del resto de "Japón" pero tienen que ser excepcionales para superar a éste que nos cautivó de entrada.