Arranque de la 2ª etapa del plan de viajes de este año, en el que volveremos a visitar algunos países del sudeste asiático, cubriendo áreas nuevas o bien que en anteriores viajes nos quedaron pendientes por culpa de tifones como es el caso de nuestra próxima visita a la "Bahía de Halong" en "Vietnam".

Este año comenzamos en enero por el continente africano, ahora el asiático y en otoño al americano, intentando visitar cada lugar en un momento idóneo, en lo referente a climatología e ir cubriendo y conociendo nuevas zonas y entornos que ofrecen algo especial. Con esta filosofía los objetivos concretos que esperamos cumplir son:

- Navegar por "Halong Bay" en Vietnam

- Conocer los templos de "Angkor" en Camboya

- Disfrutar de los paisajes de Yunan en el sur de China, con visitas a montañas sagradas y pueblos ancestrales como el de Linjiang

- Completar la isla de Java en Indonesia, con Yogyakarta, Borobudur y Semarang

- Conocer a los orangutanes y monos narigudos del sur de la isla de Borneo en Indonesia

- Visitar la cultura "Tana Toraja" en la isla de Sulawesi de Indonesia

- Encontrarnos con los dragones de Komodo

- Recorrer la isla de Flores en Indonesia y ver los espectaculares lagos del "Volcán Kelimutu"

- Los fondos marinos de las islas Gili y Lombok, etc

En resumen, un apretado plan con muchas cosas que hacer en el que ya hemos empezado volando a "Bangkok" con "Lufthansa" que puede que sea hoy en día la compañía aérea más competitiva y con la mejor relación calidad/precio de cuantas hemos utilizado.

A media mañana llegábamos al centro de "Bangkok", tras una rápida tramitación de la entrada por "Inmigración" del aeropuerto, como siempre que venimos aquí y a quienes debieran copiar muchos de nuestros aeropuertos europeos. Traíamos cierta preocupación porque justo el día anterior a coger el avión, el telediario daba noticias de incidentes y fuertes manifestaciones aquí y como habitualmente en estos casos suelen ocupar el aeropuerto, pensábamos que tal vez algo nos tocaría sufrir, pero no ha sido así y salvo bastantes contingentes del ejército emplazados en diversos puntos estratégicos del centro, llegábamos al hotel "Twin Towers" sin novedad.

Nos hemos echado un rato a descansar para eliminar un poco el sueño que traíamos y a la hora de comer salíamos hacia los centros comerciales de "Siam" para probar los primeros platos de cocina asiática de este viaje. Durante toda la tarde hemos estado dando vueltas por esta zona porque no nos apetecía alejarnos demasiado ya que queríamos volver pronto a este precioso, cómodo y barato hotel que últimamente siempre utilizamos cuando venimos a esta ciudad. Una suave cena a base de: edamames, tempura y noodles ha puesto fin a este primer día de adaptación al nuevo horario con la esperanza de librarnos del ¡¡¡ jet lag !!!

Posiblemente comencemos con el "jet lag" esta noche, porque la pasada yo he dormido cerca de 13 horas seguidas y aunque Carmen estuvo cerca de 4 horas leyendo sin sueño, después la he tenido que despertar a las 10 de la mañana. No obstante, esta noche nos tenemos que levantar a las 3 y media de la mañana para coger el avión con destino a Vietnam, así que no sé si nos despertaremos a tiempo.

El día lo hemos pasado deambulando por Bangkok, ciudad que tenemos bastante conocida pero que nos sigue encantando. Pasear por la zona de los templos y perdernos entre calles repletas de puestos de comida y de venta de todo lo imaginable es una delicia. Primero nos hemos trasladado en el "Sky Line" hasta una parada existente en la orilla del río, para allí coger una motora que te traslada por él, con diferentes embarcaderos donde bajarte.

A lo largo de la travesía puedes observar numerosos templos que comparten espacio con modernos y lujosos hoteles y circular barcos típicos junto a enormes gabarras que transportan arena y contenedores, creándose imágenes un tanto dispares de: desarrollo industrial, turismo, cultura local, centros religiosos ancestrales, modernidad, etc., todo ello unido en un mismo entorno.

Entre puestos callejeros de venta de todo tipo de amuletos y monedas, hemos llegado hasta un mercado con numerosas mesas para comer, pero hacía tal calor en la calle que hemos optado por entrar a un pequeño restaurante que lo mejor que tenía era el aire acondicionado. Como la hora era la peor del día para andar por la calle porque corrías el riesgo de derritirte, hemos decidido coger un "tuk tuk" (mototaxi) y acercarnos hasta un centro comercial nuevo que no conocíamos, donde enseguida hemos terminado porque no aportaba nada especial a los ya conocidos de la zona de "Siam". Así que en el "Sky Line" nos hemos dirigido a esta zona, para terminar de hacer las compras que ayer nos quedaron pendientes.

Por la noche, cuando ya volvíamos al hotel, nos hemos topado en la calle con un espectáculo de "Lucha Tai", en donde también combatían mujeres ¡¡¡ zurrándose de lo lindo !!! y siendo aclamadas por multitud de espectadores. Un espectáculo al que no estamos acostumbrados y que nos ha hecho recordar la diversidad de: culturas, costumbres y estilos de vida que conviven en nuestro planeta.

Mañana madrugón para volar a "Hanoi" y preparar el primer objetivo del viaje: visitar la "Bahía de Halong" que tanto me gustó cuando viajaba yo solo hace unos años, y que quiero que disfrute también Carmen porque es de esos paisajes que se quedan grabados en la memoria para siempre. Esperamos que no ocurra como en el "Machu Picchu" que necesitamos tres intentos para llegar, aquí ya hemos hecho uno, que un tifón se encargó de amargarnos dejándonos en el puerto sin poder embarcar.

Cambio de país con la línea aérea de bajo coste "Air Asia" que en un vuelo: tranquilo, barato y puntual, nos ha puesto en "Hanoi" en menos de 2 horas. Si los días de "Bangkok" han sido calurosos, el de hoy aquí rozaba el infierno, ni nos hemos atrevido a preguntar la temperatura porque seguramente no sería fiel a la sensación térmica que la elevada humedad te hacía sentir.

Una vez, sacada la visa con la carta de invitación que traíamos preparada y traspasado el puesto de inmigración muy rápidamente, nos hemos encontrado con el primer problema: el servicio de transfer que teníamos contratado con el hotel "Hanoi Steel" no ha aparecido por el aeropuerto, pero otro chófer se ha encargado de acercarnos a la dirección del hotel, que hemos encontrado clausurado. Los de los comercios cercanos nos han asegurado que llevaba ya un par de semanas cerrado, así que rápidamente me he dirigido a otro hotel cercano llamado "Medallion Hanoi" de similares características y precio. Enseguida hemos cancelando la reserva por Internet, extrañándonos de que el sistema nos dejara realizarla el mismo día de entrada al hotel, lo que no suele ser habitual. También hemos comunicado a "Booking.com" el problema encontrado, siendo ésta la primera vez en varios años que nos ocurre un problema de este tipo con este mayorista, y lo más extraño es que ya conocíamos el hotel de mis dos viajes anteriores que me había hospedado en él.

Como teníamos que arreglar el tema del tour a la "Bahía de Halong" en el servicio de viajes del hotel nos han realizado la reserva para los tres próximos días que los pasaremos en un barco navegando y recorriendo esta maravillosa bahía.

Una vez cerrados los temas pendientes que traíamos, hemos salido a comer a la zona del lago porque suele ser donde se puede respirar un poco en días de calor, pero hoy ni allí era posible estar. Después de comer rápidamente unos rollitos vietnamitas y poco más, hemos vuelto para refugiarnos en el aire acondicionado de la habitación y dejar pasar esas bochornosas horas del día, saliendo al atardecer para ver de nuevo el espectáculo de marionetas sobre el agua que suele ser una visita obligada en Hanoi. Un paseo rodeando el lago, una cerveza en una terraza de la orilla y una cena en el restaurante habitual cercano al hotel han cerrado este agobiante día.

Como esta pasada noche apenas habíamos dormido un par de horas, hoy estamos que nos caemos de sueño, así que dejo aquí el diario de viaje para meterme en la cama, porque mañana para las 6:30 h. de la mañana tenemos que levantarnos para iniciar la visita a la "Bahía de Halong".

¡¡¡ Viajar a veces también resulta algo duro !!!

Seguimos en racha de librarnos por los pelos de peligros atmosféricos: terremotos, tsunamis, tifones, etc. y ahora de convulsiones políticas, porque hoy nos hemos enterado que ayer mismo que salíamos de "Bangkok" el ejército había dado un ¡¡¡ golpe de estado !!! y se había hecho con el poder del gobierno de forma temporal. En nuestra visita a Bangkok como comenté ayer, ya vimos puestos militares en las calles de la capital, pero no se respiraba ningún signo que delatara la importancia de la crisis política. Así que damos gracias a nuestro ¡¡¡ Ángel de la Guarda !!! por librarnos de sufrir situaciones de este tipo que sólo nos llevarían a quedarnos atascados ni se sabe cuanto tiempo en nuestros viajes.

Siguiendo con nuestra visita a Vietnam, a primera hora nos venían a buscar al hotel, para realizar el desplazamiento en coche necesario de cuatro horas hasta el puerto de "Halong" y embarcar en uno de los muchos barcos que se aparcan en la bahía. Durante el viaje hemos notado avances en las infraestructuras de carreteras y en el parque móvil, viendo muchas motocicletas pero un gran aumento de coches de cierto nivel, por lo que parece que el país prospera en su economía y en su nivel de vida.

Una vez embarcados en el "Golden Lotus "que tenía unos camarotes mucho mejores de los que yo utilicé en mi primera visita, con aire acondicionado y una ducha de las modernas de lluvia que lanzaba tanta agua como si fuera un chaparrón , nos adentrábamos por la bahía de Halong mientras nos servían la comida, principalmente de pescado, que ha estado bastante bien.

íbamos con un grupo familiar de coreanos, una pareja irlandesa y dos jóvenes francesas que estaban haciendo un "MBA" en "Ho Chi Minh"(antiguo "Saigón). La primera visita ha sido a una cueva que ya conocía donde lo mejor era las vistas desde un mirador. Después nos han llevado a otro islote con una playa de fina arena, donde después de subir hasta su cima para ver el paisaje de los islotes de piedra en el horizonte, nos hemos dado un baño siendo agredido por una medusa bastante ¡¡¡ inocente !!! porque salvo un ligero picor inicial no ha ido a más.

El tiempo muy caluroso se ha enfriado un poco al atardecer, brindándonos una espectacular puesta de sol que la hemos visto desde la terraza del barco con una cerveza en la mano y que te transportaba a un entorno de ensueño: mar muy tranquilo y el sol reflejado en el agua con un color muy especial que se iba ocultando detrás de los islotes.

Con la cena no hemos tenido tanta suerte, porque ha sido bastante mala, sobre todo el pescado que era muy espinoso y además amargaba porque no lo limpian. En definitiva, bonito día que le ha permitido a Carmen tomar contacto con esta maravillosa "Bahía de Halong" haciéndole olvidar el incidente del tifón que nos dejó en tierra en el año 2009.

Hoy el tiempo ha sido estupendo y menos agobiante que ayer, dedicando el día a recorrer en un barco más pequeño los intrincados pasos entre grandes rocas, realizando también una excursión en kayak, en la que Carmen me ha demostrado su pericia para atravesar cuevas y su buena forma física de palista.

Los numeroso baños han sido la otra gran actividad del día con el barquito accediendo a lugares maravillosos de agua templada y dándonos zambullidas desde cubierta, como en nuestros tiempos jóvenes que saltábamos desde el pretil del tenis, para ¡¡¡ robar las pelotas !!! que los poco habilidosos eran capaces de mandar por encima de las verjas hasta el agua.

Esta vez el grupo lo formábamos con una pareja rusa, otra irlandesa y un matrimonio australiano que no han parado de hablar en todo el día. Ellos no tenían ningún problema con el idioma y Carmen como siempre se defiende muy bien, pero para mí, ha sido mucho más duro y cansado que remar, todo el día con los cinco sentidos alerta, traduciéndome yo mismo y perdiéndome muchas veces. Con quienes mejor me entendía era con la pareja rusa que hablaban inglés aún peor que yo, que ya es decir.

Otro bonito día, con la inevitable visita a una factoría de perlas cultivadas donde nos han enseñado como introducen el señuelo en las ostras para que lo trabajen y termine siendo una perla cultivada.

La cena la hemos hecho con otros australianos que acababan de llegar al barco, y es que en cada momento no sabes con quien te vas a encontrar. Se forman grupos diferentes continuamente en función de las actividades que quieres realizar, por lo que te relacionas más por afinidad de gustos que por nacionalidad.

Mañana después de alguna otra excursión en kayak, tomaremos rumbo al puerto de "Halong" para retornar por carretera a "Hanoi".

Hoy el tiempo ha sido algo peor que los días anteriores, con un cielo cubierto que en alguna medida ensombrecía el espectacular paisaje. No obstante y a pesar de todo, la "Bahía de Halong" es única en el mundo y siempre ofrece bonitas recompensas.

A primera hora de la mañana nos hemos desplazado a la llamada bahía interior en donde de nuevo en kayak la hemos recorrido durante una hora. A partir de ahí vuelta al barco grande para darnos una ducha y volver al puerto de "Halong".

Una vez desembarcados nos han llevado a comer en donde hemos coincidido con varios acompañantes ¡¡¡ ya conocidos !!! de días anteriores, que tenían otro tipo de tour y con quienes volvíamos juntos a "Hanoi".

En la ciudad hemos vuelto al mismo hotel "Medallion Hanoi", que nos había gustado mucho cuando llegamos a Vietnam. Nueva ducha y no la última del día, porque te encuentras sudado permanentemente por la humedad. Un paseo al atardecer por el lago para tomarnos una cerveza disfrutando del airecillo que corre y de un bonito ambiente distendido que se forma y en el que predominan los autóctonos que acuden con el mismo propósito de ¡¡¡ respirar un poco !!!

Con esta visita hemos cumplido el primer objetivo en el tiempo, concluyendo el tema pendiente que nos quedó en su día de disfrutar de uno de los paisajes más preciosos de Asia.

Mañana pasaremos el día en "Tan Coc" en donde los grandes peñascos kársticos en lugar de emerger del mar, canalizan los ríos del interior entre arrozales formando serpenteantes riachuelos en los que circulan pequeñas embarcaciones que evocan los ancestrales paisajes bucólicos de las pinturas orientales.

Esta visita a los riachuelos de Ninh Binh y Tam Coc me ha refrescado los recuerdos del año 2008 cuando vine yo solo en tren y me hospedé en un hotel que enseguida lo he reconocido, agolpándose de repente recuerdos de hasta cómo era la habitación y qué tenía por dentro.

Después de un par de horas de transitar por carretera llegábamos a una pequeña zona de templos que tenía muy poco interés y que a pesar de haber estado antes allí, conforme he podido ver en mi diario de aquel año, no me acordaba de nada. Vietnam no se caracteriza por tener espectaculares centros religiosos como sus países vecinos y salvo los existentes en "Hue" no presentan nada especial.

Después hemos continuado hasta Tam Coc, donde después de comer nos hemos embarcado en pequeñas chalupas, para realizar un paseo por el bonito río que atraviesa diversos túneles horadados por la erosión y que permiten cruzar los enormes peñascos kársticos por debajo. A nosotros nos ha tocado de patrón una señora que remaba con las piernas, por lo que la habilidad de saber utilizarlas adecuadamente suple con creces el esfuerzo necesario de tener que remar con los brazos. La señora nos ha metido también a su hijo que a pesar de llevar un pequeño remo no ha ayudado nada. Tal vez porque su único objetivo era duplicar la propina que te piden intentando engañarte para que pagues el ¡¡¡ gran esfuerzo !!! que ha sido necesario para que pudieras disfrutar del paseo.

El entorno es precioso y tener a la vista siempre alguna otra barca en la que destaquen los tradicionales sombreros cónicos, te transporta a parecer que seas integrante de uno de esos famosos cuadros ancestrales que transmiten tanta paz y sosiego. No obstante, te ponen cara de buenos y te timan, obligándote a que les compres bebida a su ¡¡¡ compinche !!! a precios astronómicos para lo que después te cuestan en un puesto de bebidas, y además no se la beben, devolviéndosela al vendedor para repetir el engaño. Todo esto ya era sabido por mí, por haber pasado por el trance con anterioridad, pero es algo por lo que debes de pasar, poniendo cara de pardillo. En cualquier caso, el paseo merece la pena y te quedas con lo principal: el extraño, precioso y espectacular paisaje.

Terminado el paseo en barca, nos hemos montado en unas herrumbrosas bicicletas y salido por los alrededores para mezclarnos con la gente y ver de cerca, los campos de arroz impregnados por multitud de riachuelos que irrigan el agua necesaria para su crecimiento. Entre la estrechez de los senderos y las viejas bicicletas, el no irte al agua ya era en sí una heroicidad y la verdad es que hemos disfrutado mucho del paseo.

Los paisajes por los que transcurríamos me han permitido obtener la fotografía de abajo que en mi pobre entender creo que refleja de manera muy fiel lo que es esta zona de "Ninh Binh" en la que se mezclan: maravillosas montañas kársticas, campos de arroz que parecen alfombras y la persona trabajando como un punto sumergido entre las altas espigas.

Tercera visita a Vietnam para casi exclusivamente ir a la "Bahía de Halong", ya que la vez anterior nos quedamos en el puerto de "Halong" sin poder embarcar debido a un tifón que impedía la navegación. En esta ocasión, el tiempo ha sido perfecto y a Carmen le ha encantado estos maravillosos paisajes de los que tanto le había hablado. Yo de nuevo he vuelto a disfrutar de esta bahía de la que tan buenos recuerdos tenía y en esta visita he mejorado el hospedaje, estando en el bonito y cómodo barco "Golden Lotus ", en el que tanto las condiciones del camarote como la comida han estado muy bien. De vuelta a "Hanoi" hemos realizado una bonita excursión en el día a "Ninh Binh" y "Tam Coc", donde: arrozales, meandros y rocas kársticas, conforman un paisaje que te hace sentir en una época muy lejana en la que todavía no existían las prisas. Un corto pero precioso viaje a Vietnam para que Carmen terminara su asignatura pendiente de "Halong Bay", en la que el tiempo ha sido muy caluroso y el sol ha estado garantizado.

Cambiamos de país, abandonando Vietnam y volando con "Vietnam Airlines" a "Siem Reap" en Camboya, donde se sitúan los famosísimos templos de "Angkor".

Como el avión no nos salía hasta las 6 de la tarde, la mañana la hemos dedicado a pasear por la zona más moderna de Hanoi, en la que figuran como es habitual en las grandes ciudades, las mejores marcas, tanto de coches como de ropa, lo que quiere decir que Vietnam marcha adelante económicamente y es un país en el que ya se puede hacer negocio.

Aunque a veces se nublaba, el calor ha sido abrumador como es habitual, por lo que hemos estado sentados principalmente en terrazas a la sombra dejando correr el tiempo.

El vuelo ha sido puntual y en menos de dos horas llegábamos a "Siem Reap", pasando muy rápidamente el control de inmigración porque ya traía preparados los visados. Este país es el primero que veo de los que requieren visado que con la característica de ser un "e-visado" lo puedes tramitar por Internet, pagando incluso las tasas con tarjeta de crédito. Estaría muy bien que este sistema se extendiera en otros países que requieran visado, porque se agiliza mucho y no es necesario mandar los pasaportes a una embajada o consulado.

Nos ha venido a buscar un tuk tuk del hotel de reserva y cuando nos dirigíamos a él, hemos pensado que en lugar de estar en Camboya, podíamos estar muy bien en "Las Vegas" porque los hoteles que veíamos, tal vez por ser ya de noche, lucían como los de los paraísos fiscales o los de juego. Incluso hemos parado en un cajero automático para sacar dinero y al ver que sólo daba dólares americanos, le he preguntado al joven que nos llevaba, donde podía conseguir su moneda local, diciéndome que aquí se usa exclusivamente dólares. Así que realmente esto no es Camboya, porque aunque es la primera vez que venimos y no conocemos nada, no creo que lo que hemos visto aquí sea representativo del país.

El nivel de los hoteles es de mucho lujo y aunque nosotros nos hospedamos en uno de nivel medio llamado "HanumanAlaya Boutique", es una preciosidad con un precioso restaurante exterior y una relación precio/calidad en los menús muy bueno. Lo había reservado porque las fotografías que se muestran de él en Internet, reflejan un ambiente y arquitectura camboyanos y de precio estaba muy bien. Esta vez la realidad se asemeja a la idea que nos habíamos hecho y nos ha encantado.

El joven que nos ha traído en tuk tuk mañana nos llevará a realizar la visita por los templos de "Angkor Wat", ya que nos ha dicho que el recorrido grande tiene 40 Km y como sólo tenemos un día para ver todo, necesitamos algún tipo de vehículo que nos aligere la visita.

Cerca de ocho horas de recorrer los templos de Angkor con una temperatura que te hacía sudar a mares y eso que los desplazamientos los hacíamos en Tuk Tuk con nuestro amigo "Soki", ha sido el plan de hoy. Un enorme emplazamiento de 40 Kms de carretera que une las dos rutas: circuito rojo para ver los templos centrales de: Angkor Wat, Phom Bakheng, Complejo de Angkor Thom, Bayon, Ta Prhom, etc. y el circuito verde situado algo más en el exterior con: Pre Rut, Mebon Oriental, Preah Neak Pean y Preah Khan. Muchos templos pero no todos de interés.

A las 8 de la mañana nos montábamos en el Tuk Tuk para entrar al complejo que nos ha costado 20 $ cada uno. Viendo lo que cobran otros enclaves famosos por entrar como: Machu Picchu, Petra, Taj Mahal y otros, éste se puede considerar muy barato,porque el nivel de lo que se ve es de lo mejor.

El primer templo que hemos visto ha sido "Angkor Wat" que es el más famoso y el de mayores proporciones, aunque para nuestro gusto no el más bonito.

Realizada una pequeña ascensión a una colina para llegar a Phom Bakheng y divisar las torres de Angkor Wat entre árboles. La siguiente parada era el de "Bayon" con sus características esculturas de caras y que nos ha parecido realmente impresionante.

Más adelante nos esperaban: Terraza de los Elefantes,

La Terraza del Rey Leproso y Baphuon, una representación del Monte Meru y Phimeanakas

"La Capital del Reino de los árboles" (Ta Prohm) es uno de los enclaves más preciosos de ver donde la naturaleza parece recuperar lo que le han quitado y los árboles crecen entre las piedras abrazándolas para conseguir mayor estabilidad.

Un bonito día, muy cansado debido al calor y a la humedad en el que hemos disfrutado de este famoso centro, que nos ha encantado pero que no creemos que llega al nivel de la mayor obra realizada por el hombre y que consideramos que es la del monolito de "Cuevas y templos de Ellora" en India.

De entrada debo decir que podríamos decir que nosotros no hemos estado en "Camboya" porque lo que hemos visto parece no reflejar la realidad de este país. Nos quedamos anonadados nada más llegar a "Siem Reap" de la calidad de todo lo que veíamos. Nos vinieron a buscar en un "tuc tuc" al aeropuerto y fuimos tranquilamente viendo las amplias avenidas bordeadas de lujosos hoteles y casi nos pareció que estábamos en "Las Vegas". Como aterrizamos ya de noche, las luces de neón llenaban todo lo que mirábamos y llegamos casi a creer que nos habíamos confundido de destino y que no era "Camboya" donde estábamos. Hasta nuestro hotel nos causó una formidable sensación con su preciosa arquitectura camboyana, sus instalaciones con piscina incluída y su comida. Y sobre todo su bajo precio.

El día siguiente, el joven "Soki" con su "tuc tuc" nos llevó durante todo el día por los templos de "Angkor". Enclaves con muchos turistas y muy cuidados destacando para nosotros dos temas: los preciosos templos de Bayon con sus torres de caras esculpidas y la acción que la naturaleza está realizando para apoderarse de algunos edificios, lo que parece darles más autenticidad de su antigüedad y remota ubicación.

Una rápida visita a unos de los enclaves religiosos más famosos del mundo, en un país que está sabiendo explotar muy bien este precioso tesoro, facilitando de manera importante los accesos: un rápido visado de entrada a "Camboya" que puedes obtener por Internet y un carnet de entrada al recinto, todo muy bien organizado.

Por eso preferiría decir que estuvimos más que en "Camboya" en "Angkor", que poco tendrá de parecido con el resto del país. Volveremos en otra ocasión para recorrerlo al completo y visitar sus regiones y ciudades.

Dia de vuelos en los que hemos vuelto a cambiar de país, dejando Camboya y llegando al sur de China en la región de Yunan. Aquí pasaremos once días visitando diversas zonas con lo que pretendemos seguir cubriendo nuevos destinos de este inmenso país, en el que es la 5ª vez que estoy.

Pero el viaje no ha sido nada sencillo, porque a pesar de estar utilizando aviones continuamente y gracias a ello desarrollar ciertos recursos ante las adversidades, siempre estás expuesto a que te surjan nuevos problemas que nunca habíamos tenido. Hoy el problema nos lo ha planteado el personal de "Air Asia" en "Siem Reap" a quienes les hemos dicho al hacer la entrega de las maletas, porque los chek-in lo habíamos hecho por Internet, que teníamos dos vuelos: el primero a "Kuala Lumpur" y seguido otro a "Kunming". Nos han dicho que teníamos que recoger el equipaje y pasar los controles de Inmigración en "Kuala Lumpur" y después volver a hacer el 2º check-in con destino a "Kunming". Vamos que no podíamos hacer "Transfer" enviando el equipaje hasta el final.

Teníamos una hora y media en "Kuala Lumpur" para realizar todo ello y cuando aterrizábamos, me ha extrañado que no nos entregaran los papeles de visado para rellenar, así que nada más salir del avión nos hemos dirigido a una zona que estaba marcada como ""Transfer Internacional". Al explicarles la situación se han puesto un poco nerviosos porque según nos han dicho no teníamos tiempo para todos los pasos a dar y controles a pasar, intentando que nos marcháramos con unas explicaciones a seguir. Entonces yo como es natural me he cabreado y les he dicho que el problema me lo había creado el personal de "Air Asia" y que no íbamos a ir solos, dando ¡¡¡ palos de ciego !!! porque ellos mismos nos decían que no lo íbamos a conseguir, por lo que queríamos que una persona de la compañía nos acompañara para ¡¡¡ abrir las puertas necesarias !!!

Y esa ha sido la solución. La propia señorita que nos atendía ha abandonado su puesto y nos hemos dedicado a conocer los ¡¡¡ bajos fondos !!! del aeropuerto (LCC): pasillos en los que nos cruzábamos con empleados todos con identificación en el pecho, controles de Inmigración saltados, recogida del equipaje al que hemos llegado abriendo puertas con su tarjeta, entrega del equipaje en un puesto que estaba cerrado y al que ha hecho sentarse a otra empleada para hacer el nuevo chek-in, y vuelta de nuevo por los bajos fondos para saltarnos el control de pasaportes de salida, porque tampoco teníamos el de entrada.

Al final todo ha salido bien, pero una cosa importante hemos aprendido: involucrar al propio personal para que sea quien realice las gestiones, de otra forma no hubiésemos podido hacerlo a tiempo.

El vuelo a "Kunming" ha sido normal y después de cuatro horas aterrizábamos en su espectacular aeropuerto. Un autobús nos ha acercado al centro y después un taxi nos ha llevado hasta el hotel "Kunming Golden Spring". El problema de China con el idioma inglés parece que continúa igual, al menos en ciudades no muy visitadas por occidentales como es ésta. Hemos conseguido cenar relativamente bien y mañana gestionaremos un par de tours si somos capaces de hacernos entender y transmitirles lo que queremos.

Como ya nos lo esperábamos la tarea de realizar algo por nuestra cuenta tiene una única traba: no es el dinero, ni el tiempo, sino exclusivamente el idioma. Primero tienes que encontrar alguien que hable inglés, y los hemos encontrado pero no en los momentos oportunos y después que te entiendan lo que quieres hacer, porque para los chinos somos como extraterrestres con gustos especiales que no comprenden. Aquí todo se hace en grupo y ¡¡¡ no se sale nadie de madre !!!

Nada más terminar de desayunar nos hemos dirigido a la oficina de viajes que tiene el propio hotel, en donde hemos encontrado a una señora medio tumbada mirando al techo, supongo que reflexionando algo importante, pero en cuanto nos ha visto ha cambiado de color y sin esperar nada nos ha mandado a la recepción diciendo ¡¡¡ ohhh, inglis no !!!!

En recepción nos ha atendido el mismo joven de ayer que habla menos inglés que yo y además se le veía bastante desentrenado, porque no tendrá oportunidad de practicar. Después de cerca de media hora, conseguíamos avanzar un poco en que entendiera que queríamos hacer un tour al "Bosque de Piedra", del que había fotografías por todas la paredes. Pero lo que parecía entender era que debía darnos indicaciones de los pasos a dar para hacerlo por nuestra cuenta y no una simple reserva en algo ya organizado. Como ayer pasamos por delante de una oficina de viajes en la misma calle, hemos optado por dirigirnos allí a probar suerte, lo que ha sido un auténtico error, porque allí tampoco hablaba nadie inglés, marchándose a buscar a alguien que hiciese de intermediario y que cuando ha llegado, ha resultado inútil porque el ordenador no les funcionaba y nos hemos vuelto a marchar sin conseguir nada.

La tercera opción era seguir las indicaciones de la guía Lonely Planet, que recomendaba un hotel concreto para reservar este tipo de excursiones y al que nos hemos dirigido andando durante cerca de dos kilómetros, para llegar a la dirección que decían y no encontrar nada, ni nadie de alrededor conocía dicho hotel. El sol ya calentaba bastante y estábamos cansados de andar, por lo que hemos comparado las opciones que habíamos tocado y la mejor era la del propio hotel. En un taxi hemos vuelto a la recepción con la intención de no marcharnos de allí sin conseguir nuestro propósito y ¡¡¡ milagro !!! el joven recepcionista en este lapsus de tiempo que habíamos estado fuera, ha captado de inmediato lo que queríamos, hasta el punto de conseguir unir en un mismo día dos diferentes tours que nos interesaban, en un coche exclusivo para nosotros solos y por el precio de uno de los tours. Y no ha quedado ahí sino que al final nos ha explicado en perfecto inglés como realizar otra visita que queremos realizar por nuestra cuenta el siguiente día. Hemos agradecido la inspiración que ha tenido el joven recepcionista en ese tiempo, en el que pienso que ha repasado algunas lecciones básicas de inglés y que han surtido un efecto brillante.

Después cogíamos un taxi cuyos desplazamientos en la ciudad cuestan alrededor de 1,5 € y nos hemos ido al "Parque del Jade Verde". Un bonito lugar en el que muchísimas personas mayores pasan el tiempo jugando a las cartas, cantando en coro, bailando o haciendo gimnasia.

Allí nos han parado varias personas, unas para practicar el inglés y otras para sacarse fotografías con nosotros. Es curioso estas situaciones cuando paseas por una ciudad tan moderna como "Kunming" con numerosos rascacielos, pasando de sentirte como un alienígena extraño, a ser centro de atención y llegar a hablar en español con una joven que nos ha parado porque lo estudiaba y quería entablar conversación.

Después teníamos programada la visita al "Templo de Yuantong", que nos ha encantado. Un pequeño centro religioso pero en un precioso entorno al que no le faltaba detalle. Sin duda un lugar que te sorprende gratamente porque no te esperas un remanso de paz en medio de una ciudad tan moderna y ajetreada de cuatro millones de habitantes.

Otra zona que habíamos leído que había que visitar era la "Old city", que se ha convertido en mercado de venta de flores y pájaros, entre grandes centros comerciales. A destacar las tiendas que venden impresionantes acuarios con preciosas composiciones marinas de corales y anémonas. En una de ellas tenían hasta un pequeño tiburón en venta.

Por último, llegábamos a la "Plaza Central" con sus bonitas puertas y en donde las grandes marcas comerciales mundiales tiene su sitio para ofrecer sus productos. Un curioso panorama que extraña al ver todos los mensajes en el idioma de "Shekaspeare", cuando realmente no lo habla nadie ni parece ser que se necesite en esta zona en la que escasean los occidentales.

Muy puntual, el coche ha venido a buscarnos a las 8 de la mañana y después de presentarnos al taxista y ver que no hablaba nada de inglés, le he enseñado en la agencia los anuncios de los sitios a los que queríamos ir, para que no hubiese ninguna duda, ya que después, hacerle entender algo lo veía imposible, como así ha sido, que no he conseguido ni saber su nombre, cuando he utilizado el dedo como en las películas apuntándonos al pecho y diciendo nuestro nombre. Por lo menos sonreía continuamente y nos ha llevado a gran velocidad por la autopista de peaje hasta la entrada del llamado "Bosque de Piedra", un parque geológico "Patrimonio de la Humanidad".

A las 9 de la mañana entrábamos después de coger sin problemas los tickets, tanto de entrada como del minibús que te acerca. Es curioso que aquí, tanto los anuncios en la carretera como en muchos lugares aparecen en bilingüe, aunque luego nadie hable inglés. En Japón sin embargo, muy pocos anuncios vienen en inglés y después resulta que todo el mundo lo habla. El taxista nos ha dicho enseñándonos el reloj que volviéramos a las dos horas, para continuar la visita a Jiuxiang.

Hoy era sábado y había bastante gente por lo que nos costaba movernos mucho por sitios muy estrechos llenos de escaleras. Es impresionante el montaje que tienen realizado en este parque, que es bastante caro como la mayoría de las atracciones turísticas de China. Barato es el hospedaje, el transporte básico y la comida, pero las entradas para visitar lugares de interés, se disparan considerablemente. Eso sí, te encuentras con unas instalaciones soberbias y muy modernas, que se amortizan rápidamente por el volumen de visitantes constantes que tienen.

En cuanto a lo espectacular del parque, hay que decir que los grandes peñascos la naturaleza los ha distribuido de forma que permiten ser acondicionados para que la gente circule entre ellos sin ningún riesgo. Nosotros que el año pasado estuvimos en "Tsingy de Bemaraha" en Madagascar, tuvimos poco menos que escalar para movernos en un entorno parecido, mientras que aquí es un simple paseo observando estas moles. Esta es una espectacular atracción turística muy cuidada, mientras que en Madagascar, el sólo llegar a "Bemaraha" era casi una proeza, para después ponerte los arneses y con más de 40º de calor, ascender agarrando la piedra que casi ardía.

Ver reportaje de : El bosque de Piedra en Kunming (China)

A las 11 de la mañana volvíamos corriendo al parking porque recorrer el parque requería más tiempo del que nos había dado el taxista, y nada más arrancar el coche, con movimientos de manos nos ha indicado que si no comíamos entonces, ya no lo podríamos hacer, porque a donde íbamos no había nada. Ha parado en un restaurante familiar y nos ha puesto delante de una estantería para que eligiéramos lo que queríamos. Nada de lo que había nos apetecía lo más mínimo y cuando he levantado los brazos haciendo que volaba para ver si conseguía que nos sirviera pollo, nos ha llevado fuera donde tenían varias gallinas vivas atadas, preguntándonos cuál de ellas queríamos que nos cocinasen. Ante el fracaso del socorrido pollo, hemos vuelto a la estantería y elegido al azar un plato acompañado de una especie de habas y de maíz, resultando al final una comida más que aceptable.

Una hora después llegábamos a "Jiuxiang" del que la primera noticia que tuvimos fue en la pared de la agencia de viajes del hotel en la que figuraban unas terrazas de agua al estilo de "Pamukkale" en Turquía, y que quedaban cerca de nuestra primera visita. Después ha resultado ser una impresionante cueva con cascadas interiores y que probablemente haya sido la mayor que hemos visto en nuestra vida. Además, debe de ser famosa porque en ella se han rodado películas como "Big Soldier" de "Jakie Chang".

La entrada a la cueva ya es en sí misma todo un espectáculo. Un sendero horadado en las paredes de un estrecho cañón, te introduce en las entrañas de una profundísima caverna circulando por enormes salas en las que había hasta un par de cascadas gemelas. El punto fuerte era una sucesión de vasos calcáreos comunicados por los que descendían riachuelos de agua, a los que sin embargo los visitantes no hacían ni caso, centrándose más en las iluminadas y coloridas partes que hacían daño a la vista y que llegaban a estropear el color natural de la roca.

Un precioso día con dos visitas de las de categoría y en donde la naturaleza ha querido exponerse en su más alto nivel.

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