Día de andar muchas horas para ir a distintos lugares de los que tenía información que recomendaba su visita pero que al final no tenían nada de especial, salvo un monumento dedicado a los hombres del espacio en el que "Gagarin" ocupaba su lugar y un antiguo cohete parecía despegar desde una rampa en arco.

Como había distancias largas entre los puntos a visitar hemos cogido un autobús turístico que te permite subir y bajar cuando quieres. Al final ha resultado que la ruta que hacía era principalmente cercana al Kremlin y hemos tenido que recurrir al Metro para ir a otros lugares, admirando la elegancia de sus estaciones.

En resumen, Moscú es el "Kremlin" y la "Plaza Roja" y lo demás no tiene nada de especial. Si San Petersburgo nos pareció poco acogedor, Moscú lo es todavía menos. El hermetismo y el ferreo control en el que han vivido los rusos, parece que les ha llevado a desarrollar un rictus en el gesto de desconfianza y con maneras poco agradables en el trato,al menos con nosotros y como tampoco se puede generalizar demasiado, también nos hemos encontrado con personas amables, pero pocas.

Tal vez, el turismo organizado que viene no aprecie algunas cosas que cuando vas por la calle o andas por zonas más populares convives con ellas. Existen estadísticas que dicen que el 10% de los rusos es alcohólico y esto puede parecer una exageración y tal vez lo sea, pero lo que si hemos comprobado es que el alcohol y el tabaco es parte muy arraigada, hasta el punto de que hemos visto más licorerías que supermercados y en los que hemos entrado eran poco más que una tienda de comestibles de las de hace 20 años en nuestro país. Marchando por la calle a veces te viene el aroma del vino barato y muchos grupos de bebedores a la puerta de las licorerías se reunen para hablar y demás. No hemos vistos bares por lo que se compra en la tienda y se bebe fuera. Vamos que seguro que son los inventores del ¡¡¡botellón!!! Viajar en Metro es estar oliendo a personas que recientemente han bebido y que desprrenden el clásico ¡¡¡ perfume !!!.

Hasta en los folletos turísticos mencionan que continúan aplicando nuevas reglas y frenos en la venta de alcohol, pero seguro que hay un motivo para este problema y está relacionado con el sistema de vida y de libertad restringida en el que no ven un futuro deseable.

Mañana abandonamos Rusia y debo decir que me marcharé con las sensaciones que esperaba tener, esta vez, nada me ha sorprendido ni me ha llamado la atención. Eso sí, recuerdo que cuando era niño la imagen de Rusia se nos vendía como la gran alternativa de futuro para el pueblo trabajador y viendo hoy como es esto, doy gracias a que aquello no prosperara. Yo diriía que en la actualidad Rusía está 3 décadas por detrás de nuestro país, a pesar de la crisis.

Con un vuelo de "Cathay"de 9 horas más el cambio horario, llegábamos a Hong Kong a las 6:00 H. de la mañana del día siguiente. Volar con esta compañía aérea siempre me ha gustado por la amabilidad de la tripulación, su buena comida y el sistema de entretenimiento que tienen.

Después de pasar la frontera de Inmigración sin problemas, hemos cogido el tren que lleva a la ciudad, apeándonos en "Kowlon" que es donde se sitúa la estación de los trenes que van a Guangzhou, nuestro destino de hoy. Tras 2 horas de tren y pasar de nuevo otra frontera, esta vez de China, ya que Hong Kong tiene un régimen especial que no requiere visado, hemos cogido el Metro que nos ha acercado al hotel "Golden Bridge" que se ubica muy cerca de una de las estaciones. Este es uno de los requisitos que tengo en cuenta al reservar hoteles y que nos permite movernos con rapidez por la ciudad.

Así que después de echar una pequeña cabezada y de buscar en Internet la dirección de una de las tiendas de Li Nin, nos hemos acercado a la calle Beijing que es una zona muy comercial y donde Carmen se ha podido comprar el tipo de camisetas que usamos para viajar, que no requieren planchado y además se secan muy rápido.

Después hemos visitado la zona moderna de "Zhujiang New Town" donde unos preciosos rascacielos inundan amplias zonas donde los residentes van a pasear. Parece que las grandes ciudades del país están compitiendo por demostrar quien tiene los mejores edificios, más altos y más modernos. Cada vez que vengo a China y esta es la 4ª me sorprendo de los avances que se aprecian en las ciudades con nuevas infraestructuras y edificios de diseño avanzado. En esta ciudad ya habíamos estado y he vuelto a encontrarla distinta, como más actualizada y con más deseo de consumir. Está claro que al ritmo que van y con lo trabajadores que son, en un par de décadas China será el país más rico del planeta. A nosotros en particular nos encanta venir a China a pesar de que todavía se habla muy poco inglés y se tienen problemas para encargar las comidas y demás, pero ver la espectaculares obras civiles que realizan es como para admirarles, sobre todo si como esta vez vienes de un país que todavía parece un poco estancado en su reciente pasado.

Mañana pasaremos viendo otras zonas hasta que al atardecer cojamos otro avión con destino al interior, a una espectacular zona de montaña.

Después de guardar en la maleta de nuevo el polar y el anorak, nos enfrentaremos a unos días de calor y esto se agradece después de la gélida Moscú de principios de otoño.

Como otras veces que me ha encantado un hotel, debo decir que el "Golden Bridge" reservado a través de "Agoda" es una de las mejores relaciones calidad/precio que hemos tenido. Después de una noche en la que hemos recuperado el sueño del viaje de ayer, con un desayuno de bufete espectacular y una ubicación excepcional cercana a una boca de Metro, hemos salido a visitar unos de los mejores sitios anunciados en los folletos llamado "Monte Baiyun", desde el que se tenía entre otras cosas una panorámica excepcional de Guangzhou.

Pues bien, en este caso nos hemos confundido de plano. Primero porque para subir en la telesilla había una cola impresionante, lo que ya me ha predispuesto a controlar los tiempos en los desplazamientos porque teníamos que coger un avión al atardecer y ya tenía experiencia de los atascos que se producen en coger medios de transporte en los que miles de personas se agolpan en las colas. Cuando hemos llegado arriba pensábamos que sería un mirador y los puntos de interés concentrados, pero no era así, ya que había muchos destinos a partir de allí y a 3 Km. de distancia. Hemos optado por coger uno aleatoriamente porque no informaban más que del nombre y en un pequeño tren eléctrico nos hemos desplazado, lo que nos ha llevado 1/2 hora. Por el camino se veían multitudes de personas andando y me he puesto a pensar lo que tendríamos que tardar para bajar por la tarde en la telesilla con todo el mundo que había allí arriba. Cuando hemos llegado y viendo que no había nada de interés, hemos retornado de nuevo al punto de partida y seguido al pie de la montaña, lo que a pesar de no haber gente nos ha llevado su tiempo.

Este es uno de los problemas a los que te enfrentas cuando vienes a China. Hay multitudes en todos los sitios con largas colas para todo y acostumbrados a esperar, pero nosotros en nuestro afán de aprovechar hasta el último minuto te puedes meter en problemas si dependes de un horario como era hoy nuestro caso.

Así que este día no ha tenido ninguna trascendencia, si ayer por la tarde fue muy agradable la visita que hicimos, hoy hemos pecado de ingenuos pensando que podíamos desplazarnos a una montaña y recorrerla a nuestro antojo.

Por lo demás el vuelo ha sido normal con algo de retraso y a las 21:00 H. llegábamos a Zhangjiajie trasladándonos al hotel "Eastern Air Tour" en el que no encontraban nuestra reserva y como no hablaban nada de inglés, hemos tenido una dura lucha con una gritona recepcionista que parecía que alertaba a todo el hotel que un par de extraños personajes pertenecientes a otra galaxia estaban dando problemas. Mañana tenemos que buscar alguna agencia y gestionar , todavía no sé cómo, un recorrido por esta zona de montañas en donde pasaremos unos cuantos días.

Ayer decía que habíamos guardado los polares y anoraks, pero hoy los hemos tenido que sacar de nuevo de la maleta. Ha amanecido lloviendo y con bastante frío, pero después de un desayuno chino que con mucho esfuerzo hemos conseguido meternos y armándome de valor después de la experiencia de ayer, he bajado a la recepción del hotel para ver si era capaz de organizar las excusiones de los próximos días.

He tenido suerte de que no estaba la señorita gritona de ayer y había otra mucho más amable pero también sin poder articular ni una palabra en inglés y eso que le enseñaba la información que ya tenía de una oferta que había pedido por Internet a una agencia de viajes de esta ciudad y de la que tenía hasta el teléfono, pero tenía que saber como llamar. La joven no era capaz de entender ni la palabra turismo, por lo que lo tenía bastante mal para progresar. Entre tanto, se acercaban muchos chinos para ver que pasaba, e iba creciendo el grupo hasta que se ha sumado una chica que ha entendido lo que yo quería, es decir, que llamara al teléfono que yo le daba. Al fin, he podido hablar con la agencia y han quedado en acercarse al hotel para hablar conmigo.

10 minutos más tarde y ya con Carmen presente que domina mucho mejor el inglés que yo, aparecía el encargado de la agencia y después de mucho hablar porque se enrollaba, hemos conseguido que nos diese un plan para los días que queríamos y un precio.

Media hora después aparecía una joven que ejercerá de guía durante toda la ruta que haremos y nos hemos dirigido a coger el telecabina que nos llevaría a una montaña llamada "Tianmen". El primer problema ya lo hemos tenido para coger los tiquets de subida porque estamos en un puente largo de 8 días que hay en China y hay mucha gente en todas partes y nosotros siendo extranjeros necesitábamos una autorización expresa del director de la estación para que nos los vendieran, lo cual, le ha costado un ir y venir de nuestra guía durante cerca de 1/2 hora ¡¡¡ y todo esto para qué ? ¡¡¡ nos preguntábamos cuando hemos llegado arriba y la densa niebla no dejaba ver a más de 10 metros y además llovía. Esperábamos que en lo alto de la montaña hubiésemos rebasado las características nubes bajas que suele haber en estos sitios, pero no ha sido así y durante un par de horas hemos andado mojándonos y sin ver nada de los preciosos paisajes que debe haber.

A la vuelta hemos decidido cambiar el orden de las visitas porque mañana de nuevo está previsto mal tiempo y lo pasaremos viajando en coche hasta un antiguo pueblo llamado "Fenghuang" a 4 horas de aquí, de forma que dejaremos la montaña para la vuelta con la esperanza de que pueda mejorar el tiempo.

Cumpliéndose lo que estaba anunciado, el día ha salido muy nuboso y con riesgo de lluvia, por lo que tal como habíamos hablado nos hemos dirigido a ver "Furong Town" a mitad de camino de nuestro destino final de hoy que era "Fenghuang". Cruzando pueblos de la China profunda en la que los mercados en la calle hervían de vendedores y clientes hemos llegado en un par de horas a "Furong Town". Después de pagar la correspondiente entrada de acceso a su parte antigua, necesaria para poder ver la bonita cascada que se precipita desde lo alto, hemos entrado en el recinto para disfrutar de este bellísimo y curioso entorno en el que naturaleza e historia se funden.

Después nos hemos acercado a un parque natural llamado "Red Rocks National Geopark" en el que las rocas kársticas muy erosionadas han creado un bonito paraje por el que puedes realizar un recorrido y admirar las curiosas formas creadas por el viento y el agua. Igualmente desciendes a un profundo y estrecho cañón siempre por caminos perfectamente pavimentados y multitud de escaleras que salvan cualquier dificultad para andar entre las rocas. Los chinos creo yo que son los inventores de las escaleras. Para todo y sin límite en su número utilizan los escalones para salvar cualquier dificultad y hasta en paredes verticales de montaña aparecen suspendidas escaleras colgantes por las que se accede a lugares impensables. Así que no es de extrañar que un día de visita a una montaña requiera subir o bajar hasta más de 10.000 escaleras, de las que te acuerdas varios días después por las agujetas que producen.

A continuación hemos continuado nuestra ruta hasta llegar a "Fenghuang" un par de horas después. El hotel lo tenemos sobre el río que es la atracción principal de la ciudad, con la curiosidad de que tiene "Wi-Fi" gratis pero no toallas en el baño. Al anochecer hemos salido a dar una vuelta y cenar, impresionándonos la belleza que adquiere este pueblo cuando se ilumina, aunque en muchos casos los colores recargados de las luces le quitan cierto encanto que los viejos puentes y casas tienen debido a su antigüedad.

Cuando paseábamos por una de sus orillas, un señor mayor chino me ha tocado el hombro y cuando me he vuelto para ver lo que pasaba, me ha comenzado a hablar naturalmente en chino, con una sonrisa tan amplia que no he tenido más remedio que pararme y dejar que terminase de hablar, pero hablaba y reía a la vez y se le veía muy feliz, deduciendo Carmen por los movimientos que me decía que él tenía ya 82 años. Era una persona tan agradable y se le veía tan feliz que invitaba a mantener la conversación aunque fuera sólo por gestos. Pero creo que lo que pretendía decirme era ¡¡¡ Yo ya he llegado a esta edad y mira que bien estoy, a ver si tú eres capaz !!!

Estas son las situaciones de las que te acuerdas después, tan improvisadas, curiosas y simples pero que dejan huella por ello mismo.

Una buena cena a base de pescado del río de aquí, setas y una especie de morcilla un poco picante, ha puesto fin a un bonito día en el que te sientes en una de esas películas ambientadas en los antiguos pueblos de China. Mañana permaneceremos en este bellísimo rincón para verlo con más profundidad y entrar en su zona antigua.

Difícil de resumir y de explicar lo que hemos visto hoy y las sensaciones recibidas.

Si digo que puede que hayamos entrado en la escena de una película ambientada en la China milenaria, respondería a ciertas sensaciones irreales que hemos tenido. Pero como me cuesta muchísimo explicar que parte de lo vivido es consecuencia de como atraer al turismo y cual es pura de la propia cultura, lo mejor es ver el reportaje fotográfico y que cada uno disfrute con las imágenes que a través de mi cámara pueda ver. Para mí al menos son las mejores y más fieles a la realidad que he obtenido de mis viajes en cuanto a plasticidad y no por mérito propio, sino que Fenghuang es ¡¡¡ imágenes en mayúscula !!!

Todavía con nuestras retinas llenas de las imágenes de Fenghuang, hemos vuelto por la misma carretera de Zhangjiajie con un tiempo muy nuboso que conforme ha ido avanzando la mañana, ha empeorado hasta empezar a llover.

Las 4 horas que hemos tardado en llegar han sido un relicario de bocinazos, tanto de nuestro conductor como del resto de vehículos que había en la carretera, que gracias a que se ha terminado el larguísimo puente de una semana de vacaciones, no eran ya muchos. La forma de conducir en China es tremendamente peligrosa y ya vimos al venir a una ambulancia parada en mitad de la carretera, que atendía a una víctima de accidente que parecía haber fallecido por cuanto una sábana le cubría todo el cuerpo. Pocos motoristas llevan casco y los cinturones de seguridad tampoco se utilizan.

Y es que no se respeta ninguna norma de circulación ni señales de tráfico, valiéndose de la bocina para avisar continuamente de que te acercas para que se aparte todo el mundo porque vas a pasar. En la tesitura de ¡¡¡ aguantar el tipo !!! y ser quien cede el paso más tarde, en varias ocasiones hemos tenido que frenar precipitadamente porque se apura hasta el último segundo el combate, y claro, a veces ya es demasiado tarde y pasa lo irremediable, el golpe o atropello. De hecho, nos hicieron un seguro de accidente dentro de los servicios del coche para traslados, que tenemos contratado.

Cuando hemos llegado a Wulinyuang, llovía persistentemente y después de dejar el equipaje en el hotel "Wulingyuan" nos hemos decidido en aprovechar el mal tiempo e irnos a las mayores cuevas de toda Asia, llamadas "Dragón Cave" para no mojarnos. Enormes bóvedas con pasillos perfectamente pavimentados y muchas escaleras como es habitual aquí, facilitaban la visita. Unas motoras nos han trasladado por un río subterráneo entre 2 zonas y en una de ellas había hasta un puente artificial hecho en arco bastante grande y elevado para salvar el río. Unas sofisticadas obras de gran magnitud en línea de como se construye aquí, al igual que su sistema ¡¡¡ hortera !!! de iluminación, en el que los fuertes colores dañaban la vista convirtiendo una maravilla de la naturaleza en una discoteca o un antro de perdición. Desconozco si los chinos tienen algún problema de daltonismo, porque cuesta creer que cada vez que iluminen algo, lo cual les encanta, lo saturen de fuertes colores hasta conseguir que parezca otra cosa de lo que realmente es.

Mañana decidiremos lo que haremos aquí porque está anunciado mal tiempo y no estamos dispuestos a repetir la mala experiencia de tirar el dinero para subir a una montaña en la que la niebla no deja ver más allá de 1 metro, por mucho que haya sido escenario de la película Avatar. Los precios aplicados en China a las entradas a sitios de interés turísticos son desproporcionados al resto de costes: comida, hotel, transporte, etc.

Está visto que la previsión del tiempo tampoco se acierta en China. Una vez más y para disfrute nuestro, los meteorólogos se han confundido y ha salido un día todo lo espléndido que puede ser aquí, donde en el mejor de los casos siempre hay una ligera neblina que impide tener un cielo azul. Pero el sol ha brillado y nos ha permitido tener un día maravilloso porque el entorno lo merecía. Así que entre la visita de anteayer a "Fenghuang" y la de hoy al "Zhangjiajie Forest Park" consideramos cubierto el objetivo que nos planteamos al venir a China, respecto a lo que queríamos ver.

Este parque forestal es de película y nunca mejor dicho, porque aquí se rodaron muchas escenas de "Avatar". A nosotros siempre nos han cautivado los paisajes montañosos en los que predominan la roca y si además le añades esos pequeños arbolitos que parecen suspendidos en el vacío y a gran altura, la imagen es espectacular y así lo deben considerar los artistas chinos, que siempre representan en sus pinturas este tipo de paisaje que parece transmitir espiritualidad.

Los accesos a este parque son de los más modernos que he visto. La subida la hemos realizado en un ascensor que nos ha llevado como una flecha y por el exterior de una impresionante pared de roca, con unas vistas que te hacían presagiar lo que te esperaba arriba.

Durante varias horas hemos recorrido los miradores llenando nuestra vista con imágenes impactantes y disfrutando tanto que ni hemos parado a comer. Teníamos miedo a que se nublara y nos quedásemos sin la suficiente luz como para plasmar con la cámara lo que veíamos, ya que a veces algunas nubes oscurecían el paisaje, aunque se puede decir que el tiempo ha aguantado hasta el final. El traslado por distinto puntos de la montaña se hacían en autobús y el descenso en una telecabina hasta el pie de la montaña de "Tianzi".

Un precioso día que si tenemos mucha suerte con el tiempo repetiremos mañana, accediendo a otra montaña de similares características y haciendo una caminata por la orilla de un río.

Hoy de nuevo el tiempo ha sido benigno con nosotros y nos ha permitido hacer el plan que teníamos. Aunque no ha sido tan bueno como ayer, hacía una temperatura agradable para andar y después de entrar en el parque, hemos tomado un trail llamado "Golden Whip Stream" que durante cerca de 6 Km. nos ha llevado a lo largo de un riachuelo que circulaba entre enormes peñascos.

En cuanto hemos llegado al final del trayecto, un autobús nos ha acercado a la puerta de una telecabina para subir a "Huangshizhai" desde donde se tenía una vista de los pináculos de ayer pero con otra perspectiva. No obstante, entre que el tiempo hoy estaba más nublado y los miradores estaban más cercanos a las grandes rocas lo que quitaba profundidad al paisaje, nos gustó más ayer las vistas que tuvimos.

Un día tranquilo y bonito si no hubiese sido por la relación en continuo deterioro con la guía, que hoy ha llegado al colmo de la desfachatez. Ya el primer día nos sorprendió que con el día tan lluvioso que hacía, nos subiera a la montaña "Tianmen" para no poder ver nada allí arriba por culpa de la espesa niebla y con el consiguiente e importante costo de la entrada al centro y de la telecabina de subida, empeñándose al bajar en ir a visitar un templo antiguo cuando ya le habíamos dejado bien claro de que lo que nos interesaba eran los lugares de naturaleza. Pues todos los días teníamos duras peleas con el mismo tema, repitiéndole lo mismo y engañándonos hasta el punto de que como nos pedía el dinero por adelantado para coger las entradas, hasta que no llegábamos a los sitios no sabíamos lo que íbamos a ver. De "Fenghuang" pretendió que nos volviéramos un día antes de lo previsto diciendo que ya lo habíamos visto, pero nos opusimos terminantemente porque nos pareció una auténtica preciosidad de pueblo antiguo.

Hoy la cosa ha ido más lejos, porque ha aparecido con un chico iraní al que pretendía colarnos en el grupo, supongo que para ganarse más dinero, a lo que rotundamente nos hemos opuesto y Carmen le ha armado una bronca impresionante, diciéndole que era un tour privado porque lo habíamos pagado en su precio. Pero da igual, a veces se hace la que no entiende y continúa como si no hubiese pasado nada. Así que aunque es cuestión de suerte quien te toque, lo que si pondré es la dirección web de la agencia a la que contraté el tour y con la que no hemos quedado nada satisfechos. La guía por llamarle de alguna forma, ya que no ejercía como tal, nos ha pedido que la promocionemos en Internet, que le encontremos trabajo en nuestro país como profesora de chino y también nos ha recordado que los coreanos dan mucha propina a los guías y chóferes, para que no se nos olvide.

Web en Internet: english.zhangjiajie.gov.en

Mañana último día de estancia en Zhangjiajie seguro que tendremos alguna otra pelea, pero nos hemos propuesto pasar de ella para que no nos amargue las últimas horas de estancia aquí.

Último día en esta zona que lo hemos pasado primero visitando " Bao Feng Lake", un lago con paseo en barco incluido y de muy poco interés, salvo que por estar a gran altura nutría de agua a una cascada que emergía a mitad de una pared de roca, y también algún que otro pináculo cercano dando fe de que nos encontrábamos cerca del "Zhangjiajie National Forest Park".

Después nos hemos traslado a la ciudad de Zhangjiajie que es donde está el aeropuerto, para hacer tiempo paseando mientras llegaba la hora de la salida del avión con destino a Xi'an.

Día poco aprovechado y tensa ha continuado nuestra relación con la guía turística de quien nos hemos despedido sin más y por supuesto sin darle la propina que tanto nos recordaba, porque hoy al final hemos entendido el motivo de su insistencia porque entrásemos en todos los recintos posibles. Después de darle el dinero para coger las entradas del lago, hemos visto que en lugar de ir a la taquilla a por ellas, se ha dirigido a un coche donde se las han dado. Le he preguntado si obtenía descuento y me ha confesado que sí y me parece bien que si puede obtener algún dinero de esa forma que lo aproveche, pero de ahí a que casi nos obligue a entrar en lugares que no nos gustan habíendoselo advertido en repetidas ocasiones para ganarse una comisión, me parece deplorable.

Así que tras una fría despedida nos hemos ido al aeropuerto a esperar, al menos con la tranquilidad de que no te estén queriendo engañar.

El vuelo ha llegado a la 1:30 H. de la mañana y hasta las 3 H. no llegábamos al hotel "Jianguo". Un hotel de mucha categoría que estaba en promoción cuando lo cogí y que después no ha cumplido las expectativas ni por calidad ni por ubicación. Como nos vamos a quedar unos días en Xi'an, teníamos que alargar la estancia, pero como el precio no compensaba hemos buscado otro más barato y mejor situado, llamado "Citadines" resultando ser un precioso apartamento que incluye una cocina y en el que estamos de maravilla.

Como este hotel tenía una agencia de turismo hemos contratado un par de viajes en grupo: mañana para ir a ver los "Guerreros de Terracota" que está a 30 Km. de aquí e ir por tu cuenta te lleva mucho tiempo, y pasado mañana para visitar la montaña sagrada de "Huashan" con un grupo de chinos, al estilo de las visitas que hicimos antes a la "Montaña Amarilla" de Huangshan.

Hecho el traslado del hotel y resuelto los viajes que haremos los próximos días, hemos salido a dar una vuelta por el centro, acercándonos a un típico barrio en el que podías probar comida típica, decantándonos por unos "dumpling", un tipo de empanadillas que se rellenan de diferentes sabores y que ya conocíamos de "Shanghai". Por la tarde como nos habían recomendado visitar la "Gran Pagoda del Ganso", Carmen ha hecho uso de su habilidad para dominar como funcionaban el "Metro" y las líneas de autobuses, y hemos conseguido llegar como uno más de los 6.600.000 habitantes que tiene Xi'an.

Hoy hemos ido al famoso museo de los "Guerreros de Terracota" donde una reproducción del entorno real y unos cientos de los más de los 7.000 originales que tienen, son el motivo por el que esta ciudad sea conocida mundialmente.

Hemos ido con una pareja de noruegos y ella había estado este verano en Donosti, quedando prendada de su belleza y de su comida, como bien nos ha hecho saber. En este caso la guía que nos ha llevado era muy diferente a la de Zhangjiajie, dando gusto hablar con ella porque además se le entendía muy bien, imprimiéndonos movimiento para andar de un lado a otro y dándonos todo tipo de explicaciones, hasta el punto de que nos ha dicho que su novio era español y que trabajaba en Xi'an como profesor de lenguas.

En cuanto al museo, se trataba de una nave construida sobre un extenso contorno que es donde realmente están los 7.000 guerreros enterrados, en el propio mausoleo del primer emperador de la china unificada " Qin Shi Huang" que los mandó construir para después enterrarlos consigo mismo. Lo que se enseña al visitante es la reproducción de un grupo de ellos, tal como están en la realidad. Salvo 4 figuras auténticas que están en unas urnas, el resto son fieles reproducciones. La fragilidad del material con las que están construidas impide sacarlas al exterior porque se erosionarían muy rápidamente.

Después de una muy frugal comida china que entraba en el paquete contratado, hemos vuelto a la ciudad en donde hemos paseado por la zona comercial hasta la hora de la cena. Hemos repetido el restaurante de ayer, comiendo de nuevo "Dumpling" pero de otros sabores, aunque todos son muy parecidos. Pocos extranjeros deben entrar en ese restaurante porque éramos el centro de atención de todos, tanto de los clientes como del propio servicio que nos miraba mucho y sonreía. Aunque en Xi'an están acostumbrados a los extranjeros, los que hemos visto por la calle iban en grupo organizado con su guía a la cabeza y normalmente cenan en sus hoteles sin mezclarse con la población. Nosotros sin embargo lo que nos gusta es precisamente comer en la calle y utilizar el transporte corriente, de forma que vives más la realidad del lugar que visitas, aunque no seas exactamente como ellos ni tengas sus problemas que seguro que serán muchos.

Mañana será un día duro porque iremos con un grupo chino a una montaña sagrada llamada "Huashan" y seguro que nadie hablará inglés incluido el guía.

Estamos en China y este país rompe todos los esquemas que tenemos en cuanto a cómo sacar el máximo partido al tiempo que tenemos para visitar los sitios interesantes.

Nos diero como hora de salida para ir a "Huashan" o monte "Hua" porque "shan" quiere decir monte, las 7:30 H de la mañana, pero nos han venido a recoger 20 minutos después. Nuestro destino está a unos 110 Km. de Xi 'an, conectado por una buena autopista y llegábamos a las 13:30 H. a la cima del monte. Alguien se preguntará que hemos podido hacer en las más de 5 h. que hemos tardado. Pues bien, a los 15 minutos ya parábamos a repostar el autobús y de paso utilizar los servicios. Después hemos vuelto a parar en un sitio donde había unos tenderetes con otra vez baños y en donde nos han recomendado comprar guantes para agarrarnos mejor a los pasamanos cuando estuviésemos en el monte. De nuevo nos hemos puesto en marcha y a los 5 minutos , nueva parada en una factoría en la que un joven nos ha tenido más de 1/2 hora explicándonos, claro está en chino, las ventajas de comprar sus productos que te ponían el cuerpo como nuevo y además te regalaba una especie de bufanda que servía para todo, llegándose a convertir hasta en un vestido, gracias a su flexibilidad. El único problema era su color: rosa fuerte, que de utilizarlo yo hubiese sido ¡¡¡ demasiado vistoso !!!

Feliz de acabar la visita y casi discutir con los de la fábrica porque no queríamos comprar nada, a los 10 minutos de montarnos en el autobús ha parado de nuevo para comer. Otra media hora de espera para que el resto del grupo se alimentara de forma conveniente para el gran asalto a la montaña, a la que yo ya me cuestionaba que llegaríamos en algún momento.

Continuado el viaje, por fin hemos llegado al "Visitor Center" desde donde un autobús nos ha trasladado hasta la puerta de un telecabina para subir. Allí la cola de personas era inmensa, es decir, 1 hora y media de ir avanzando pasito a pasito por interminables senderos vallados, con una subida en telecabina que no nos ha llevado más de 5 minutos.

Al fin, he pensado ¡¡¡ya estamos arriba !!! Las vistas eran magníficas, pero cuando intentabas moverte para avanzar, realmente lo que hacías era meterte en otra cola que iba moviéndose por los estrechos y complicados tramos de escaleras que formaban tapones en función de la destreza y agilidad de quien le tocara pasar.

Así el par de horas que hemos estado arriba, porque el tiempo no daba para más y había que prever la bajada para volver al autobús, el cual tenía una hora fija de salida para volver a Xi'an. Lo que no ha sido así, porque hemos salido 1 hora más después, ya que un par de viajeros han llegado tarde, supongo que atascados en las inmensas colas de bajada.

Así es China, muy complicada y extenuante para nuestro temperamento acostumbrado a no esperar. Ellos pueden estar horas en las colas bromeando y volverse a casa sin llegar a ver el objetivo de su viaje y parece que no les importa.

Mañana último día en China, visitaremos otras zonas de la ciudad en la que esperamos no tener que soportar colas.

Con un día muy nublado y más fresco que el de ayer, hemos salido a realizar las visitas que nos quedaban pendientes dentro de la ciudad. El primer desplazamiento ha sido a un precioso entorno llamado "Tang Paradise" el mayor parque cultural del noroeste de China. Un lugar representativo de este país en el que pasas unas horas paseando de forma muy agradable por la orilla de un lago repleto de pagodas, puentes y espectaculares construcciones chinas.

De vuelta al centro de Xi'an, hemos subido a la muralla por la puerta norte, dando un paseo por su anchísima calzada y pudiendo admirar un espectáculo en el que sobresalían unas muchachas gimnastas y contorsionistas, que parecía que iban a romperse por las posturas que llegaban a coger.

Para cenar nos hemos acercado al barrio musulmán en el que hemos probado un famoso plato a base de sopa con carne y una hogaza de una especie de pan, que previamente hemos tenido que ir desmenuzando en pequeñísimos trozos en un cuenco, que cuando hemos terminado se lo han llevado a la cocina para terminar de prepararlo con el caldo y la carne. Hemos sido la atracción de la calle porque cenábamos fuera del local y nos han sacado fotos porque no debe ser habitual que 2 extranjeros sean capaces de comer una sopa con palillos. Todo es cuestión de práctica y la verdad es que ya ni nos planteamos como coger los palillos, sino que dejas que los reflejos reaccionen a la necesidad de comer o nivel de hambre que puedas tener en ese momento y todo va sobre ruedas. Después de esta última cena, creo que ya hemos aprobado la revalida del uso de palillos y hasta podemos montar una academia en occidente.

Mañana abandonaremos China, previa escala en Shanghai y después en Hong Kong, donde estaremos unas horas, hasta la noche en la que cogeremos otro avión que nos llevará a Brisbane en Australia, cambiando de país y sobre todo de costumbres.

La 4ª vez que visito China y una vez más me ha sorprendido gratamente lo que he visto. Si bien, lo que queríamos hacer era visitar "El Tíbet", los impedimentos impuestos por el gobierno para acceder a ese territorio, no obligó a alterar nuestros planes y dirigirnos a una zona que yo no conocía y que ciertamente tampoco había oído hablar mucho de ella, "Zhangjiajie", con sus impresionantes montañas y escenario de una famosa película. La visita a un pueblo ancestral llamado "Fenghuang" nos cautivó, ya que parecía salido de un viejo libro de historia sobre china, al que recomiendo ir, sobre todo, si eres aficionado a la fotografía, porque es tan fotogénico que pasas horas de un sitio a otro buscando las mejores perspectivas y el resultado es espectacular.

Xi'an con sus guerreros de terracota fue otra de las visitas y que en este caso no fue todo lo buena que pensábamos, puesto que lo que enseñan son las reproducciones de unos cientos de soldados. Si embargo, Xi'an como ciudad nos encantó. Unas enormes y preciosas murallas, unos barrios en los que podías comer en la calle sus platos típicos de: sopa y dumpling y con unos alrededores en los que el monte Hua (Huashan) era un claro exponente de las montañas chinas que podemos ver en grabados y pinturas de sus paisajes.

Está claro, que ésta no será la última visita a China, ya que espero volver para conocer el norte del país.

Largo viaje y 3 aviones para desde China cambiar de país y terminar aterrizando en Australia muchas horas después. Ayer cogíamos el autobús que desde su parada muy cerca del hotel "Citadines" en el que estábamos hospedados y que lo recomiendo como la mejor opción que hay si vienes a Xi'an, nos llevó al aeropuerto por un módico precio. Pero ya en el primer vuelo comenzaron los problemas, porque según nos dijeron estaba retrasado 3 horas, cosa poco creíble porque no aparecía ni en las listas de salidas, probablemente lo habían anulado e intentaban recolocarnos en el avión que tenían sitio. Armamos la primera bronca porque perdíamos el siguiente avión si aceptábamos su propuesta y tras mucho pelear nos colocaron en 1ª clase en uno que tenía la hora de salida antes que el nuestro original, pero que después, también salió con mucho retraso perdiendo el enlace que teníamos que coger.

Cuando llegamos a Shanghai, volvimos a armar otra bronca porque nos tenían que encontrar sitio en otro vuelo, el cual, como era de esperar tenía retraso en el despegue. Aquí el problema ya era mayor porque aunque teníamos varias horas de margen para el siguiente avión de Hong kong a Brisbane, si lo perdíamos al ser otra compañía aérea no se hacían cargo de recolocarnos, perdiendo nosotros el billete. Al final llegamos a tiempo, pero no pudimos desplazarnos a Hong Kong para ir a cenar a "Victoria Peek" tal como pensábamos y desde donde se tiene una preciosa vista de la ciudad cuando anochece.

En el último avión, tuvimos que ir en asientos separados durante las 9 horas de duración, pero los horarios se cumplieron y a media mañana llegábamos a Brisbane, desplazándonos en tren desde el aeropuerto a una estación cercana al hotel "Snooze Inn ", que no tiene nada que ver con los anteriores de China en cuanto a calidad y prestaciones, pero los precios de alojamiento en Australia son muy altos y hay que tener cuidado en donde te metes y ceder en comodidad.

Después hemos salido a visitar la ciudad con un espléndido día y una agradable temperatura. En pocas horas hemos visto lo principal de Brisbane y que no es mucho, haciendo un recorrido a pie recomendado por Lonely Planet. Es una ciudad con pocos atractivos si se le quita la parte del río en el que hay unos bonitos paseos y hasta una playa artificial simulada en una piscina de libre entrada.

Mañana cogeremos un coche que tengo reservado para ir a visitar un parque Nacional llamado "Lamington" buscando la naturaleza. En cualquier caso hemos notado un gran cambio, de estar permanentemente rodeados de gente a pasear casi solos y es que en Australia hay mucho espacio para los habitantes que son.

Hoy lo primero que hemos hecho ha sido acercarnos a las oficinas de "Thrifty" que las teníamos muy cerca, para retirar el coche que tenía reservado por Internet. Enseguida he colocado el GPS TomTom del que no me separo y que nos ayuda mucho para movernos por la carretera y ganar tiempo en lugares desconocidos. Tanto en Australia como en Nueva Zelanda andaremos mucho en coche y como tengo mapas de ambos países para el TomTom, no tendremos problemas en los desplazamientos.

El primer destino que me he marcado ha sido "Lamington" porque pensaba que pueblo y Parque Nacional del mismo nombre estarían juntos, pero no era así y nos hemos dado cuenta cuando hemos llegado al pueblo por llamarle de alguna forma y allí no había nada de nada. Hemos retrocedido una parte del recorrido y nos hemos dirigido a "Binna Burra" que es realmente desde donde arranca este parque. Después de ver lo que era, no nos ha gustado demasiado el paisaje y hemos decidido irnos a otro parque nacional cercano llamado "Springbrook", en el que según parecía por las guías había cascadas y cañones en cantidad.

Lo que hemos visto allí, aunque era algo mejor que el anterior parque tampoco era como para echar ¡¡¡ cohetes de alegría" y eso que lo hemos intentado visitando varios miradores anunciados como ¡¡¡ impresionantes !!! pero que realmente no lo eran.

Al final hemos abandonado la montaña y no hemos dirigido a la "Gold Coast" que es un centro vacacional con muchos resorts y yates, pero que como ya se hacía de noche cuando llegábamos no hemos podido ver bien. Aquí anochece a las 18:00 H. y ya no queda un alma porla calle.

Mañana visitaremos esta parte de la costa y por la tarde volveremos a "Brisbane" para entregar el coche de alquiler.

Siguiendo patrones universales de: rascacielos, multitud de restaurantes de comida rápida, muchas terrazas para saciarte de cerveza, la "Gold Coast" acoge cada año a 2 millones de visitantes ávidos de juerga y playa.

Con muchos nombres sugestivos para definir a las zonas de la costa, la denominada "Surfing Paradise" se lleva el trofeo al engaño y al montaje de un entorno alrededor del surf que poco tiene que ver con el deporte en sí, porque lo que se dice olas buenas, yo no he visto ninguna ni creo que estas playas sean la adecuadas. La olas reventaban o caían en la orilla, sin recorrido para surfear y desde luego los que he visto dentro del agua, debían ser principiantes, porque después de lo que se ha oido hablar de Australia y el surf, yo pensaba que esto sería la meca de este deporte y desde luego no es así. Lo que sí es un fenomenal montaje de las casas importantes de surf, con macrotiendas y precios astronómicos.

Ya en nuestra anterior visita a Australia en la que un día nos fuimos a la famosa playa cercana a Sydney, "Bondi Beach", pude comprobar que todo es un auténtico reclamo. En el canal Viajar de la televisión, tienen hasta un programa en la que parece que bañarse en "Bondi Beach" es poco más o menos ¡¡¡ peligrosísimo !!! y cuando realmente estás allí, te das cuenta que una vez más te han tomado el pelo y ni tan siquiera los vigilantes dan la talla, porque los que has visto son los musculoso jóvenes que salen salvando todos los días a grupos enteros de bañistas a punto de ahogarse.

Cuando hace ya muchos años uno practicaba el surf en Zarauz, las Landas o en la playa de Gros, porque todavía no existía la actual Zurriola, es cierto que se consideraba un deporte un poco snob, pero como todavía las casas comerciales no tenían el potencial actual ni la política comercial tan agresiva y muchas tablas se llegaban a hacer a mano, la cosa quedaba como si fuera el capricho de unos chalados que montaban el número para ligar más.

Ahora el potencial económico que genera lleva al surf por otros derroteros y en esta zona especialmente es la estrella del comercio y del ambiente juvenil.

Al atardecer hemos vuelto a Brisbane para entregar el coche de alquiler y nos hemos cruzado con inmensas colas de vehículos que precisamente se dirigían a la "Gold Coast" a pasar el fin de semana. Nosotros hemos huido en el preciso momento porque mañana no sé que será aquello de tanta gente que iba esta tarde.

Hoy tocaba día de viaje para cambiar a la zona sur de Australia. A pesar de que el vuelo sólo ha durado un par de horas, entre que se perdía 1 hora por cambio horario y que el avión salía a media mañana, prácticamente no nos ha dado tiempo en "Melbourne" para ver nada.

El hospedaje lo tenemos en unos apartamentos llamados "City Edge", que siempre que podemos los preferimos a los hoteles, porque nos permite adecuar mejor las cenas a nuestros gustos, principalmente en países como éste, en el que ya de por sí se come mal en los restaurantes de tipo medio y con unos precios mu elevados. Tampoco en los hipermercados encuentras posibilidades de comer un filete de carne y ya no digamos pescado, salvo el eterno ¡¡¡ fish & chips !!! que termina aburriendo porque es una auténtica ¡¡¡ fritanga de bacaladilla !!! en el mejor de los casos.

Precisamente estábamos en un supermercado que es donde se venden los abonos de transporte urbano, cuando he oído que un joven hablaba a una niña en nuestro idioma y le he pedido que nos ayudara con elvendedor para entender lo que queríamos saber porque dependiendo del interlocutor, nos cuesta a veces entender a los australianos. El joven que era argentino nos ha confesado que sólo lleva un mes aquí y que después de vivir 8 años en Hong Kong y pensar que dominaba el inglés, todavía no puede hablar por teléfono porque tampoco les entiende a la perfección. Después hemos seguido hablando y nos ha explicado que lleva 14 años fuera de Argentina con su mujer, que son diseñadores y han vivido también en Italia. Parece que no tienen problemas para encontrar trabajo y que les encanta andar por el mundo cambiando de país.

Curiosos personajes que te encuentras por el mundo a los que viajar les ha convertido según nos ha confesado en algo especial, con una hija nacida en Hong Kong y que ya tiene pasaporte argentino e italiano. Cree que no volverán a Argentina y que seguirán cambiando cada cierto tiempo de país.

Mañana visitaremos "Melbourne" después de habernos enterado como funcionan los pases de transporte urbano para moverse por la ciudad.

Siguiendo las recomendaciones de Lonely Planet, Carmen ha elaborado el plan de visitas a Melbourne para hoy que era un día un poco especia,l porque era domingo y aquí los que pueden marcharse el fin de semana lo hacen y los que no, se dedican a las compras, ya que los grandes comercios estaban casi todos abiertos.

Para realizar la ruta hemos comprado una tarjeta de transporte que nos permitía coger todos los tranvías, trenes y autobuses por un precio para todo el día y como hoy era festivo, costaba la mitad de un día normal, lo mismo que los servicios de los que disponías. La mitad de los tranvías no funcionaban y había que hacer numerosos transbordos.

Siguiendo la ruta hemos comenzado visitando " Queen Victoria Market" un grandísimo mercado al que la mejor hora para verlo era por la mañana, pero en el que no hemos visto nada especial, bueno algo si, ¡¡¡ los precios del pescado y de la carne !!! por lo que no extraña que después no los ofrezcan en los menús de precio medio. Como enseguida nos hemos empezado a aburrir porque había mucha gente, nos hemos montado en un tranvía con destino a "St. Kilda", una zona de puerto deportivo en el que había: tenderetes de artesanía, parques de juegos y muchos restaurantes, porque a los australianos les gusta salir a comer a estas zonas, en días festivos.

Tampoco nos ha gustado y además hacía mucho viento y frío, dudando de que Melbourne tendría algo bueno que ofrecer al visitante. De vuelta hacia el centro en otro tranvía, nos hemos bajado en la orilla del río "Yarra" que cruza la ciudad, porque habitualmente suelen ser los mejores lugares, aunque la guía de viajes no dijera absolutamente nada del lugar. Y allí hemos visto lo mejor de Melbourne: bonitos paseos, mucha gente en las terrazas, músicos en la calle, muchas novias sacándose fotografías y un ambiente realmente festivo y con un entorno muy agradable. Así que nos hemos paseado largamente por allí hasta llegar a una moderna plaza llamada "Federation Square", en la que unos curiosos edificios de geometría abstracta contrastaban con una iglesia de estilo clásico.

Nos hemos llevado cierta decepción con Melbourne porque yo había leído que si bien Sydney era la ciudad más bonita de Australia, Melbourne era la que tenía más clase. Pues bien, en mi opinión nada tiene que ver con Sydney, donde el entorno, la arquitectura, la gente y todo en general tiene más categoría y es una auténtica gozada pasear y donde además el tiempo y la temperatura acompaña mucho más. Incluso Perth creo que es mucho más bonita que Melbourne.

Mañana volveré coger otro coche para desplazarnos durante varios días por la costa y algunos parques nacionales de interior en la ruta a Adelaida.

Hoy hemos estado en uno de esos sitios que dejan huella y un recuerdo imborrable. Esta vez la fama que acompaña a "Los 12 Apóstoles" es más que merecida. Unos paisajes de costa en los que un furioso mar batea constantemente las rocas de arenisca hasta conseguir desgajarlas de la costa, creando un paisaje de los mejores que se pueden ver en nuestro planeta. Un precioso mar con olas que corren cientos de metros reventando, es su gran elemento.

Por la mañana temprano he recogido el coche que tenía reservado en "Thrifty" y tomábamos dirección oeste hacia "Adelaida" pero por la costa, en donde se sitúa una carretera especialmente turística llamada "Great Ocean Road" para ver a sus principales estrellas que son "Los 12 Apóstoles", denominando así a los grandes rocas separadas de la costa que forman uno de los paisajes más fotografiados del mundo. Probablemente todo el mundo habrá visto en algún momento imágenes de este litoral porque realmente es impresionante y espectacular.

La "Great Ocean Road" tiene más de 100 Km. de los cuales, la mayoría llegan a hacerse un poco pesados al menos para los que hemos nacido en ciudades con mar, ya que la costa hasta llegar casi a "Port Campbell" es simplemente bonita. Pero de pronto surge un tramo de unos 20 Km. que condensa toda la belleza imaginable: playas desiertas, grandes olas sobre un mar azul intenso, enormes rocas agujereadas, cuevas que parecen contener tesoros piratas, inundan el horizonte creando un entorno único y haciendo que compense con creces la monotonía de los kilómetros anteriores.

Cuando hemos llegado a media tarde, el sol lo teníamos de frente, de forma que impedía obtener buenas fotografías de "Los 12 Apóstoles" por lo que nos hemos estado moviendo por la costa buscando el sol de espaldas. Nos ha gustado tanto el sitio, que hemos decidido pasar la noche en un motel cercano para mañana por la mañana poder seguir disfrutar de estas maravillosas vistas, desde los ángulos imposibles de esta tarde.

Esperemos que el tiempo nos acompañe, porque estos paisajes pocas veces tienes oportunidad de verlos en real.

Otro día de disfrute volviendo a recorrer el tramo más bonito de la "Great Ocean Road" para tratar de conseguir algunas fotografías que ayer por la posición del sol no quedaron bien. Hoy sin embargo, el sol ha lucido muy poco y a veces había luz y otras no. En cualquier caso, la retina de nuestros ojos se nos llenaban de espectaculares imágenes y puedo decir que esta parte de la ruta la hemos visto a fondo, penetrando en cada camino que veíamos y buscando nuevos rincones. La espectacularidad del entorno ha hecho que ni nos diésemos cuenta de que el tiempo corría, pasando cerca de 4 horas de un lado para otro.

De lo que si no hemos dado cuenta ha sido del enorme problema que tienen los canguros con la civilización, porque en 4 ocasiones y en diferentes partes, yacían animales atropellados. Supongo que los accidentes habrán sido esta noche, por lo que si en un tamo tan pequeño de carretera hay tantos atropellos, ni me imagino cuantos canguros morirán atropellados cada día en todo el país.

Después de comer hemos continuado el viaje abandonando la "Great Ocean Road" y siguiendo con destino a "Adelaida". Aquí las distancias son enormes y como no tenemos excesiva prisa nos hemos quedado a dormir en "Mt. Gambier" que es un pueblo que tiene un lago y varias cuevas importantes muy visitadas por espeleólogos. Mañana daremos una vuelta por el lago para verlo y seguiremos nuestro camino hacia "Adelaida".

Día empleado en el desplazamiento por carretera desde "Mt. Gambier" a "Adelaida".

El viaje lo hemos comenzado visitando primero el "Lago Azul" de "Mt. Gambier" que estaba anunciado como una curiosidad debido al tono azulado de sus aguas y realmente eran de un azul añil a pesar del cielo gris que no ayudaba nada.

Pero como veníamos del paisaje espectacular de "Los 12 Apóstoles" y lo teníamos fresco en la memoria, enseguida nos hemos cansado de contemplar el lago y nos hemos puesto en marcha porque teníamos varias horas de viaje y no sabíamos como iba a ser la carretera.

Al final ha sido un plácido paseo de algo más de 4 horas por buenas carreteras y con poco tráfico. La verdad es que todos los días me viene a la cabeza una pregunta que me hago cuando veo las buenas infraestructuras existentes en la mayoría del país. ¿De dónde sale el dinero necesario para construir tales infraestructuras y servicios en un extensísimo país como Australia, que apenas supera los 22 millones de habitantes? y ¿Quien lo ha realizado, con las pocas personas que son?. Los miles de kilómetros de carreteras en perfectas condiciones con poquísimo tráfico, multitud de Parques Nacionales y también urbanos, requieren de un gasto permanente sólo en mantenimiento que difícilmente los impuestos que pueda pagar una población tan pequeña, por muy elevados que sean, sean suficientes para hacerlos frente. Y si es así, cómo es que nuestro país que somos más del doble de población e infinitamente más pequeños en extensión, no tenemos ni la mitad de infraestructuras que Australia. Me he propuesto que a mi vuelta a casa voy a estudiar la economía de Australia para dar respuestas a mis preguntas.

A primera hora de la tarde llegábamos a "Adelaida" y enseguida hemos salido para acercarnos al centro de la ciudad y recoger información para las visitas de mañana. La primera impresión ha sido un poco negativa, porque nos ha parecido que el centro no daba la talla y que lo más bonito que tenía esta ciudad era el nombre. De cualquier forma esperaremos a mañana para ver mejor el entorno y visitar otras zonas.

En un día frío y desapacible hemos salido dispuestos a encontrar algo que mereciese la pena de ver y no lo hemos conseguido. Más de 7 horas en coche bajando por todas las playas del litoral y no hemos encontrado una que dijéramos ¡¡¡ vaya, bonito lugar para pasear !!!

Y es que Adelaida, tal como dije ayer, de bonito sólo tiene el nombre, porque el resto no merece la pena visitarlo. Hasta su fundador el coronel "William Light" no tenía muy claro si su proceder para establecer esta ciudad fue el correcto, porque llegó a decir que no esperaba ser comprendido por su decisión de situarla en donde realmente está, dejando a la posteridad para que se le juzgara con elogio o culpa.

Nosotros pensamos que la naturaleza volcó todo su esfuerzo y buen hacer con "La Great Ocean Road" y más concretamente con la zona de "Los 12 Apóstoles" y ya no le quedaron ganas de continuar por estas latitudes, por lo que esta zona se puede considerar de muy mediocre.

Mañana retornaremos en dirección a "Melbourne" pero parando en el Parque Nacional "Grampians" en el que tenemos pensado realizar algunas caminatas si el paisaje lo merece. El concepto de Parque Nacional que tenemos nosotros difiere al de aquí, ya que estamos acostumbrados a que sean de gran belleza y cuando visitas uno de lo de aquí, te puedes llevar una decepción. No obstante, al que vamos mañana está calificado entre los 10 mejores del país.

Otro de esos necesarios viajes por carretera que prácticamente te lleva todo el día y es que por lo grande que es Australia, cualquier desplazamiento te consume varias horas. Eso sí, por buenas carreteras y sin tráfico, aunque la limitación de velocidad es según estados: 110 Km/H. en Australia Meridional y 100 Km/H. en Victoria y se respeta a rajatabla. Ya me acuerdo yo de mi anterior visita a Australia, en la que me multaron por exceso de velocidad cuando volvía de la famosa roca "Uluru" o "Ayers Rock", como también se le conoce.

Me he tomado el viaje con tranquilidad y rozando siempre el límite de velocidad que me marca el GPS, que es más real que el velocímetro del coche, he tardado 5 horas en llegar de "Adelaida" a "Halls Gap", punto base desde el que se realizan las excursiones en el Parque Nacional Grampians (Gariwerd).

Antes de nada, nos hemos acercado al "Visitor Centre" donde una eficiente, amable y muy robusta australiana nos ha aconsejado en un momento, las posibles excursiones a realizar, el buen tiempo que parece venir y las distintas opciones de hospedaje por precios.

Nos hemos decidido por un motel como habitualmente hacemos, porque además de estar bien de precio, tienen frigorífico, microondas, calentador de agua, etc, y se adapta mejor a nuestras necesidades. Preferimos comprarnos los desayunos e incluso en ocasiones también cenamos algún plato precocinado. En esta ocasión el motel está muy bien situado y se llama "Kookaburra", con el coche a la puerta e incluso un jardín en el que corretean una especie de pequeños patos ¡¡¡ a los que me entran ganas de echar mano !!! y mejorar un poco la dieta.

La primera impresión de este Parque Nacional ha sido buena, aunque llovía a ratos se podía vislumbrar un bonito entorno de montaña. Además parece que estamos en la época ideal de primavera porque brotan más de 20 especies de flores únicas en el mundo. Ahora mismo, según estoy escribiendo acabamos de ver pasar por delante nuestro, media docena de canguros dando saltos y desplazándose a una velocidad de vértigo.

Mañana aunque la previsión es todavía de nubes y claros esperamos hacer alguna caminata y probablemente ver la rica flora y fauna de este parque.

Un bonito día recorriendo el Parque Nacional de Grampians, que si bien no es especialmente espectacular, tiene agradables paseos de cortas distancias si no quieres meterte en grandes caminatas. Como todos los de Australia, este parque está muy cuidado y tiene todo tipo de servicios para acoger a los muchos visitantes procedente de Melbourne, principalmente los fines de semana en el que los hoteles cuelgan el cartel de "No vacancy", como era el caso de hoy.

El tiempo tal como estaba vaticinado ha estado entre sol y nubes, y por momentos hacía frío, lo que nos ha obligado a llevar hasta el anorak. Con el mapa del parque que compramos ayer en el Visitor Centre, Carmen ha elaborado la ruta a seguir teniendo en cuenta que mañana se espera un día de sol reluciente y dejaremos para entonces las visitas a las zonas altas para poder ver mejor los paisajes.

Con el plan en la mano hemos cogido el coche para ir acercándonos a los puntos interesantes, porque los paseos empiezan a varios kilómetros del pueblo, si bien, una vez aparcado el coche, todos los destinos estaban a escasos 1 ó 2 Km. andando y por caminos casi asfaltados. La bonitas catarata "Mackenzie" ha sido nuestro primer destino, al que hemos tardado un poco en llegar porque nos íbamos deteniendo cada vez que veíamos una flor que no conocíamos, y nos preguntábamos si sería una de esas 20 especias que hay aquí y que son únicas en el planeta.

La catarata llevaba mucha agua, incluso más que en las postales que habíamos visto, por lo que estaba en su mejor momento y realmente nos ha gustado mucho. Hemos estado al pie de la catarata y después en un mirador en lo alto, para tener diferentes perspectivas del salto de agua. El siguiente punto que hemos visitado ha sido "The Balconies" un mirador con una curiosa roca cercana en forma de boca de iguana en la que me he sentado para que me sacara Carmen una foto y que según me ha dicho después, he debido ser la admiración de todos los que estaban allí, porque nadie se atrevía a colocarse en aquellas rocas. Me imagino que tendrían algún problema de vértigo porque el sitio no tenía ningún peligro de desprendimiento, ya que era roca muy dura y el acceso tampoco era peligroso.

Hemos continuado con otras visitas y curiosamente en "Boroka Lookout" se estaba celebrando una boda. También hay que tener ganas de subirse hasta allí arriba, con los trajes de tirantes y espaldas al aire con un frío que pelaba y aguantar estoicamente a que apareciese la novia, a la que hemos visto en un coche engalanado parado en la cuneta, cuando ya bajábamos al pueblo. O bien se lo estaba pensando mucho para decidirse a dar el paso definitivo, o quería hacer una entrada triunfal, pero a costa de que algún invitado tuviera que pasar por la farmacia a por pastillas para el catarro.

Mañana con la esperanza de un gran día de sol, haremos otros recorridos disfrutando de la tranquilidad de este entorno tan agradable.

Otra bonita jornada dedicada a pasear por el monte y con unas magníficas vistas. Tal como estaba previsto, el sol ha brillado durante todo el día y lo hemos aprovechado subiendo al mirador llamado "Pinacle" desde el que se tenía una preciosa panorámica de todo el valle y del pueblo "Halls Gap" en el que estamos hospedados.

Un recorrido muy popular que nos ha llevado 2 y 1/2 H. introduciéndonos en un cañón por el que hemos ido ascendiendo. En la cumbre enormes rocas creaban miradores, con una caída al valle no apta para quienes sufran de vértigo. El cielo azul permitía tener una visión profunda del horizonte y hemos disfrutado de una temperatura muy agradable.

Después de bajar del "Pinacle" hemos hecho otra pequeña excursión de 1 hora a una cascada que más parecía un par de grifos, por la poca agua que caía.

Al atardecer cono ya es habitual nos han venido a visitar los canguros, pero esta vez ha venido una madre con su cachorro en la bolsa metido y que no parecía molestarle para dar enormes saltos.

Un par de bonitos días los que hemos pasado en este Parque Nacional y mañana volveremos en dirección Melbourne pero por la costa, para ver de nuevo "Los 12 Apóstoles" que tanto nos gustaron. Como de nuevo está previsto buen tiempo, queremos aprovechar el día retornando por la "Great Ocean Road" para dirigirnos después al Parque Nacional "Wilson Promontory" que queda al este de Melbourne.

Solamente por lo que hemos disfrutado hoy merecía la pena venir a Australia. De nuevo en la zona de "Los 12 Apóstoles" de la "Great Ocean Road" y con un tiempo muy bueno, aunque por momentos nos ha hecho dudar si aguantaría hasta la puesta del sol, hemos recorrido la costa entrando en todos los recovecos posibles y descubriendo nuevas playas y zonas de costa que en nuestra anterior visita las pasamos por alto, porque algunas no estaban ni marcadas.

Con un comodísimo viaje, por carreteras regionales pero con muy buen asfalto y prácticamente solos, hemos cubierto en un par de horas la distancia que separa el "Parque Nacional Grampians" de la "Great Ocean Road". Como ya traíamos la lección aprendida de la importancia que tiene la posición del sol para sacar el máximo partido a los bellos colores rojizos de la piedra limestone que cubre esta costa y además, como veníamos desde el oeste con el sol de espaldas, hemos comenzado a entrar en los miradores, los cuales muchos de ellos ya conocíamos, pero hoy teníamos mejores condiciones de luz por lo que los buenos sitios los hemos repetido.

En un momento dado, hemos visto la entrada de un camino de tierra hacia los acantilados que no indicaba nada, pero nos hemos arriesgado y hemos entrado con el coche. Cuando hemos tenido que dejarlo apracado, un cartel indicaba la dirección de "Halladale Point" y andando hemos seguido caminando desviándonos por un pequeño sendero que nos ha llevado hasta las rocas. El paisaje allí era excepcional, con fuerte oleaje rompiendo en las rocas nos hemos encontrado con una imagen que en pocos lugares se puede ver. La perspectiva de la costa que se tenía, a través de las cavidades en las rocas creadas por el mar, junto con afiladas zonas que la erosión había modelado, hacía difícil el poder desplazarte, pero el entorno era realmente impresionante y nos hemos arriesgado a mojarnos para captar las mejores fotografías.

Después nos hemos empeñado en encontrar un lugar distinto del habitual para ver "Los 12 Apóstoles" porque por la tarde el sol pega de frente y hay demasiada luz. La vez anterior también lo intentamos pero no encontramos ninguna entrada que nos permitiera llegar a la línea de la costa y poder ver los peñascos mejor, así que hemos dejado aparcado el coche y campo a través hemos buscado la zona idónea, que hemos terminado encontrando.

El cielo parecía que se nublaba por momentos y lo hemos aprovechado dirigiéndonos al mismo motel de la vez anterior en "Port Campbell", dejando el equipaje para después volver a salir, aunque no con mucha convicción de que hubiera una puesta de sol. Pues bien, conforme nos acercábamos de nuevo a los acantilados una espesa neblina subía desde el mar, creando imágenes que parecían surrealistas, mientras que el cielo se iba limpiando conforme el sol descendía en el horizonte. El resultado final ha sido, creo yo, la mejor puesta de sol que yo he visto, porque se han dado simultáneamente: ligeras nubes en el horizonte, una neblina baja a nivel del mar que hacía que las grandes rocas parecían que flotaran y un sol rojizo que las iluminaban como si tuvieran luz propia. En fin, algo realmente ¡¡¡ sublime !!!.

Más no se puede pedir. Sin duda para nosotros, lo mejor de Australia está en la "Great Ocean Road". Estamos seguros que mañana aún echaremos otro vistazo antes de irnos, cuando el sol mañanero ilumine los acantilados desde otro ángulo.

Cuando viajas no todos los días te quedas boquiabierto ante los espectáculos que nos reserva la naturaleza. El día de ayer lo recordaremos siempre porque pensamos que vivimos una experiencia muy especial con una puesta de sol que no se repite con habitualidad. Hemos estado revisando fotografías y postales que tanto abundan por aquí y no hemos encontrado nada igual a las imágenes que vimos y desde luego, son como para enmarcarlas.

Hoy sin embargo, ni con la ayuda de un gran día de sol y calor, el paisaje ha destacado. Con otras 5 horas de viaje que nos ha llevado cambiar de Parque Nacional, nos hemos trasladado al llamado "Wilsons Promontory", situado en una península el sureste de "Melbourne" y en el que las principales atracciones debe ser las caminatas en las que se combinan bosques y playas, y en donde te puedes encontrar con koalas, canguros, cucaburras y rosellas ¡¡¡ con mucha suerte, claro !!!

Cuando hemos llegado al pueblo de "Foster" que es el que más servicios tiene de hospedaje, nos hemos acercado al "Visitor Centre" para aprovisionarnos de mapas del parque e informarnos de cuales son los mejores paseos y playas. Después nos hemos hospedado en el motel "Wilsons Promontory" el más barato del pueblo pero con un precio alto como todos los que están cercanos a los parques. Como teníamos tiempo y habíamos visto una fotografía anunciando la cascada "Agnes", hemos salido dispuestos a encontrarla. Lo hemos hecho, pero al llegar nos hemos dado cuenta de que no merecía la pena el viaje, porque ni llevaba mucha agua ni el lugar daba para mucho, así que rápidamente hemos seguido camino hacia un pueblo costero llamado " Port Welshpool".

Hemos llegado al pueblo y casi gritamos ¡¡¡ no salgáis a recibirnos que no hay sitio para todos en la calle !!! No había ni alma y parecía como si hubiese habido una catástrofe nuclear. Eran las 5 h. de la tarde y estábamos solos en el puerto por lo que hemos optado por darnos la vuelta a nuestro motel y prepararnos la cena.

A ver si mañana nos llevamos una grata sorpresa y resulta que "Wilsons Promontory" es mucho más de lo que hoy hemos podido vislumbrar. El buen tiempo según nos han dicho aguantará otro día más y estamos dispuestos a aprovecharlo como sea.

La búsqueda de bellos paisajes que no hemos encontrado, simplemente un chapuzón porque el agua estaba helada en una bonita playa y un precioso paseo al atardecer por el interior del parque viendo cantidad de animales, ha sido el resumen de nuestra actividad de hoy.

Lo mejor de todo ha sido al final y cuando ya enfilábamos para salir del parque. Carmen me ha dicho de parar en un lugar para dar un paseo de 5 Km. en el que según los panfletos que teníamos, se podían ver muchos animales. Yo la verdad es que no me lo creía y como no habíamos encontrado nada interesante en todo el día estaba reacio a continuar buscando.

El día había sido muy caluroso y hasta me he metido en el agua en una playa, pero al atardecer se ha nublado y también ha refrescado quedando una temperatura ideal para andar. En cuanto nos hemos puesto en marcha, hemos empezado a ver cantidad de emues y canguros de distintos tipos, entre los que destacaban los de color muy oscuro llamados " Ualabíes" y que además eran muy rápidos de movimientos. Cuando ya volvíamos del paseo hemos visto a un curioso ejemplar peludo que no habíamos visto nunca y que pasando olímpicamente de nosotros cruzaba nuestro sendero de forma muy graciosa, parecía enteramente un peluche..

Después nos hemos cruzado con un grupo organizado y al saludarnos, el guía nos ha preguntado si habíamos visto algún animal del que no le hemos entendido su nombre, pero por las indicaciones que nos ha dado pensábamos que era el último que acabábamos de ver. Le he enseñado la cámara con la foto y nos ha dicho que hemos tenido suerte porque era un "wombat" y que ellos también iban a buscarlo.

Un buen final para un día sin gran interés. Mañana nos marcharemos de aquí hacia la pequeña isla de Phillip para ver una colonia de pingüinos y una reserva de koalas, ya que es la única forma de verlos.